viernes, 30 de junio de 2017

LA REALIDAD DE LA POLÍTICA ECONÓMICA VENEZOLANA

El origen de lo que hoy conocemos como política economía fue acuñado por vez primera en 1952 por los economistas Jan Tinbergen (Holanda, 1903-1994) y Rgnar Frisch (Noruega, 1895-1973), en su trascendental y conocida obra Sobre la teoría de la política económica.

La política económica se refiere a las acciones que los gobiernos adoptan en el ámbito económico, además cubre los sistemas de fijación de tasas de interés y presupuesto del gobierno, así como el mercado de trabajo, la propiedad nacional, y muchas otras áreas en las que los gobiernos intervienen en la economía. Dichas políticas son influenciadas con bastante frecuencia por organismos internacionales como es el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial , entre otros, también es influenciada por razones políticas y las contingencias políticas de los partidos.

Atendiendo a su evolución, técnicas y control, el estudio de la política económica se divide en tres importantes etapas. La primera etapa está ubicada antes de los años 70 del siglo pasado, la segunda durante esta década y la tercera después de los años 70. Para este análisis nos ubicaremos en la tercera etapa, que está asociada a la transformación que la macroeconomía del equilibrio constituyó para la interpretación de la política económica. 

Entre los objetivos de la política económica logramos diferenciar: objetivos a corto plazo (coyunturales) y objetivos a más largo plazo (estructurales). Nos detendremos en los problemas de la política económica a corto plazo que son los que propician el cuello de botella y dificultan el acceso a los derechos que poseen los ciudadanos de cualquier país, como es pleno empleo, estabilidad de los precios y mejora en la balanza de pagos.

En Venezuela, país suramericano que en los últimos años ha asumido un sistema político con alto grado de intervención del estado en todas las esferas de la vida social y que sus inspiradores han llamado Socialismo del siglo XXI, el gobierno ejerce el poder sin tener en cuenta los elementos básicos de la economía como el pleno empleo, estabilidad de precios y equilibrio en la balanza de pagos.

El pleno empleo es una situación donde todos los individuos de un país, que están en condiciones de trabajar y que quieren hacerlo, se encuentran efectivamente trabajando ya sea como empleados de una empresa u organización o creando la suya propia. Venezuela cerró el tercer trimestre del 2016 con una tasa de desempleo de 7,5 por ciento, país en el que existe una tendencia a la concentración del empleo en el sector de los servicios y un marcado debilitamiento de la demanda laboral, por tanto un incremento de la tasa de desocupación como escenario proyectado.

El pleno empleo en Venezuela se ha convertido en utopía y falacia debido a: que el gobierno ha declarado como su enemigo al sector privado, castigándolo y privándolo de todo tipo de beneficios como es el otorgamiento de créditos, la inexistencia de una seguridad jurídica para el empleado, existe un vacío de derechos constitucionales como la libertad económica y la propiedad privada, el estímulo a la creación de nuevas empresas y con ello a la generación de nuevas fuentes de trabajo es nulo totalmente, ocurriendo lo opuesto ya que muchas empresas se han visto obligadas a cerrar debido a que no ven factible continuar operando en las circunstancias actuales del país.

En el sector público el empleo ha llegado a niveles de saturación, envuelto de una gran dosis de burocracia, sin embargo el estado estimula nuevos puestos en el sector de la construcción considerando que alentando solo este sector lograríamos la utopía de pleno de empleo. Sin embargo el gobierno no tiene en cuenta que este sector requiere de mano de obra no calificada o semicalificada (según el caso) que la mayoría de las veces sus empleados prestan servicios en situaciones de seguridad y salud laboral complicadas y ofertando su fuerza de trabajo a cambio de un salario que no alcanza ya que el ingreso mensual promedio no cubre la canasta básica familiar. 

La estabilidad de precios es el objetivo primario de la política económica y se logra cuando un país es capaz de conservar el valor de su dinero o poder adquisitivo de sus pobladores a largo plazo, siendo el principal garante del cumplimiento de este objetivo los bancos centrales de cada país. En Venezuela el gobierno aspira a que sus ciudadanos se acostumbre y adapten a vivir bajo inflación hasta llegar al punto de que lo vean como un proceso normal, no se puede esperar otra cosa de un país lleno de actividades económicas especulativas, acaparadoras y bachaqueros, con estos males que cada día se exacerban mas en la sociedad venezolana el gobierno lo que busca es evadir su responsabilidad y evitar discutir de algo mejor como es la estabilidad de precios.

Contradictoriamente a lo que plantean los postulados económicos en Venezuela la inflación es considerablemente elevada con un alto grado de inestabilidad como resultado del comportamiento desequilibrado de la toda la economía, elementos que hacen que la economía venezolana cada día se aleje más del camino hacia la senda sostenida de crecimiento económico.

La economía venezolana cuenta con grandes e importantes variaciones en los precios, debido a esto: se distorsiona la distribución del ingreso y agrava los niveles de pobreza, afecta la definición del límite inferior de la tasa de interés nominal y el ajuste de los precios relativos, no se garantiza un escenario favorable para la toma de decisiones tanto de los consumidores como de los productores, no existe incentivo para la planificación financiera, se ve afectada la competitividad externa, no existe una correcta estimación de la rentabilidad de los proyectos de inversión y no crea un ambiente propicio para el crecimiento económico.

La balanza de pagos es un documento contable en el que se registran operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales de un país con el exterior. Es un indicador macroeconómico que proporciona información sobre la situación económica del país de una manera general, permite conocer todos los ingresos que recibe un país procedentes del resto del mundo y los pagos que realiza tal país al resto del mundo debido a las importaciones y exportaciones de bienes, servicios, capital o transferencias en un período de tiempo.

Venezuela cuenta con desequilibrio en su balanza de pagos como consecuencia de una política fiscal y monetaria expansiva del Poder Ejecutivo Nacional y el Banco Central de Venezuela (BCV), donde el gasto público es cada vez mayor a los ingresos fiscales, provocando un incremento excesivo de la demanda agregada, la que a su vez supera el Producto Interno Bruto (PIB). Todos estos elementos traen como resultado: incremento de las importaciones para compensar la demanda siempre creciente de la población lo que a su vez aumenta el número de solicitudes de divisas por parte de los residentes nacionales para cubrir los costos de dichas importaciones, este escenario provoca una incidencia directa en los volúmenes y montos de las transacciones diarias de las balanzas de pagos.

Si paralelamente a esto, tomamos en cuenta el aumento de la masa monetaria o liquidez de los últimos años sin que exista una relación directa con el crecimiento de la renta nacional bruta y un aumento en el nivel de reservas internacionales, se creará entonces una relación directa sobre el tipo de cambio, ya que existe una gran cantidad de dinero en moneda nacional para solicitar divisas al BCV, siendo este una de las causas fundamentales del proceso de devaluación de la moneda nacional para impedir los desequilibrios negativos de la balanza de pagos y producir una fuerte disminución de los activos en reserva.

En Venezuela existen instituciones públicas como la Comisión Nacional de Administración de Divisas (CADIVI) que por dificultades en su flujo de caja en el BCV han ampliado de 60 a 90 días el periodo de liquidación de divisas a acreedores internacionales, lo que crea un aumento de los costos de los bienes y servicios importados para el sector secundario y terciario de la economía, ya sea del sector público o privado.

Luego de trasladados estos costos al consumidor final y después de estar en territorio nacional estos bienes y servicios contribuyen con el aumento de los índices de precios y la inflación, entre otros, traduciéndose esta realidad en un deterioro paulatino de la calidad de vida de la sociedad en su conjunto a pesar de los subsidios y control de precios que establece el país los que a lo largo de la historia no han dado el resultado esperado debido a la falta de competitividad y productividad en los márgenes de utilidad neta de las empresas, fundamentalmente las del sector privado.

Finalmente se evidencia que mientras exista inequidad y falta de oferta en el mundo laboral, mientras el sector informal domine a la mitad de los puestos laborales de la población total venezolana, nos queda grande decir que vamos rumbo al pleno empleo en Venezuela.

Hoy más que nunca se hace necesario conocer que hay algo mejor que ajustarse a vivir con elevadas tasas de inflación. Si se procura estimular el crecimiento sostenido de la economía venezolana se debe gestionar al mismo tiempo que las autoridades estatales hagan todo el esfuerzo por alcanzar bajos y estables niveles de inflación, para lo cual es ineludible que respeten los equilibrios monetarios, restituyan la autoridad de diseñar y elaborar la política monetaria al Banco Central de Venezuela y garanticen su independencia e impidan su uso para financiar políticas fiscales deficitarias.

Bibliografia:

1. Gómez, E (2016). Política económica. Monografias.com. Consultado el 21 de Enero de 2017. Disponible en: www.monografias.com/trabajos7/polec/polec.shtml#ixzz4jSIbItGa

2. Freitas, J. (2017). Pleno empleo en Venezuela. Consultado el 13 de Marzo de 2017. Disponible en: www.el-nacional.com/noticias/columnista/pleno-empleo-venezuela_76864

3. Hurtado, J (2016). Estabilidad de precios. Consultado el 26 de Mayo de 2017. Disponible en: www.eluniversal.com/noticias/opinión/estabilidad-precios_4344

4. Urdaneta, A y Prieto, R. (2014). Balanzas de pagos en Venezuela. Análisis del comportamiento económico en el periodo 1999-2011. Consultado el 29 de Junio de 2016. Disponible en: www.publicaciones.urbe.edu/index.php/telos/article/viewArticle/3644/4563

martes, 27 de junio de 2017

LA CRISIS DE LOS AÑOS 80 EN CENTROAMÉRICA Y SUS EFECTOS EN LA ECONOMÍA

LA CRISIS DE LOS AÑOS 80 EN CENTROAMÉRICA Y SUS EFECTOS EN LA 

ECONOMÍA

A mediados de los años 70 del siglo pasado, Centroamérica exportaba hacia los países desarrollados el 65% de las materias primas y materiales, el 72% de los recursos energéticos y el 80% de sus minerales. Independientemente a estos altos índices de exportaciones la región logró una considerable diversificación de sus mercados.

Todo esto, entre otros elementos provocaron que los años 80 fueran testigos de una profunda y aguda crisis en Centroamérica debido a la guerra fría y como consecuencia de los conflictos armados desencadenados en países como: Guatemala, el Salvador y Nicaragua. Con una alta presencia militar en toda la subregión y financiado fundamentalmente por Estados Unidos y la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), siendo la situación por países como sigue:

· Guatemala: Era el único país de la subregión que contaba con los recursos económicos suficientes para renunciar a la ayuda militar que se le ofrecía por parte de los Estados Unidos y pelear por su propia cuenta.

· Honduras: Estados Unidos se apropió de casi todo el territorio hondureño para utilizarlo de escenario para llevar a cabo sus acciones de guerra fría en América Central. A la vez, el país centroamericano sirvió de epicentro de este campo de batalla, acabando sumergido en los peligros y conflictos de sus países vecinos.

· El Salvador: Es el país geográficamente más pequeño de la subregión y que en esta época sufrió la guerra civil más sangrienta de la que se tenga conocimiento en la historia del continente latinoamericano. La guerra civil en este país cobró la vida de 75 mil personas, una cifra considerablemente alta para un país tan pequeño.

· Nicaragua: En esta época al llegar al poder la Revolución Sandinista y al estar considerado un país con un proyecto político hacia el ala izquierda, los Estados Unidos le retiraron al país toda ayuda económica y se enfrascó en apoyar el movimiento guerrillero antisandinista, denominado por los nicaragüenses como contra.

· Costa Rica: Este país padeció de una cruel bancarrota económica en 1982, crisis que a la vez coincidió con la llegada a la presidencia del país de Luis Alberto Monge (1925-2016) y que es aprovechada por los Estados Unidos para presionar al nuevo presidente.

Todo esto hizo que se perdiera la motivación comercial por parte de los países, provocando una gran regresión del intercambio comercial intrarregional. Al no cumplirse los instrumentos, convenios y acuerdos adoptados para reverdecer la integración se profundizó aún más la crisis y se hizo viral.

El año 1980 fue el año de mayor crecimiento de la mayoría de los países miembros del Mercado Común Centroamericano en el periodo comprendido 1950-1998, aunque todos venían con un saldo negativo en su balanza comercial pero sin embargo por las razones explicadas anteriormente a partir del año 1980 se comenzó a observar un descenso en su crecimiento que duró más de 18 años.

La crisis que vivió la región centroamericana a partir de los años 80, se vio evidenciada en el desajuste en las balanzas de pagos de los países, la disminución de la liquidez para enfrentar sus compromisos a corto plazo, la reducción del comercio militar o desenfrenados conflictos militares entre otros. Así, estos elementos hicieron que la región viviera una de las peores crisis.

En la subregión de 1961 a 1993 funcionó la Cámara de Compensación Centroamericana (CCCA) la que tenía como objetivo central promover el uso de las monedas centroamericanas en las transacciones comerciales y financieras entre los países del Istmo, a través de la compensación y la reciprocidad crediticia por intermedio de sus bancos centrales.

Con esta intención:

1. Se creó una unidad de cuenta monetaria llamada Peso Centroamericano,

2. Entraron en funcionamiento líneas de créditos entre los bancos centrales,

3. Se entregaron garantías mutuas de convertibilidad y de tipo de cambio entre los países miembros,

4. Se concertó efectuar liquidaciones ordinarias semestrales de índole multilateral,

5. Los saldos deudores debían ser cancelados en dólares americanos.

Hasta 1980 gracias a la CCCA se liquidaron operaciones compensadas sin tener que acudir al empleo de divisas para llevar a cabo los pagos entre los países centroamericanos.

Pero la crisis económica y política que tuvo grandes efectos en los países de la subregión a finales de los años 70 y durante la década de los 80 tuvo como consecuencias:

1. Modificaciones en las políticas cambiarias de los países miembros de la CCCA sobre valuación de los tipos de cambios

2. Acumulación de saldos que no se liquidaban

Dado los desequilibrios en las corrientes comerciales intracentroamericana alteraron la naturaleza de la CCCA convirtiéndola en un aparato obligado de crédito, las transacciones que se hicieron a través de esta cámara cayeron rápidamente como proporción del valor de comercio intracentroamericano.

En consecuencia, los saldos de comercio no fueron cubiertos en los términos establecidos. La intransigencia de los países acreedores, Costa Rica y Guatemala, fue la de iniciar el establecimiento de tratados bilaterales en los países deficitarios, dándole de lado a la Cámara de Compensación Centroamericana. La compostura más enérgica fue tomada por Guatemala, que en 1986 decidió dejar completamente el esquema de pago multilateral; Costa Rica estuvo dentro del esquema, pero mantuvo la preferencia a los tratados bilaterales.

El resultado final fue que el nivel de compensaciones ejecutadas por medio de la Cámara llegó a 1256 millones de dólares en 1987; la correspondencia de dichos pagos con el valor del comercio intrarregional pasó de 114.3 por ciento en 1980 a 5.6 por ciento en 1987.

Todo esto generó una gran desconfianza en este mecanismo, dando paso a la realización del comercio en forma privada mediante pagos en dólares americanos, perdiendo vigencia de esta forma la CCCA y finalmente fue disuelta en 1993.

Bibliografía:

1. Chamorro, R. La integración económica y la reforma institucional centroamericana. Boletín de la Unión Europea: Acción Externa. Bruselas. Bélgica. Consultado el 28 de Septiembre de 2016. Disponible en www.eeas.europa.eu/archives/docs/ca/docs/integ_1203_es.pdf

2. Decreto de Unión Centroamericana, en Organización de Estados Centroamericanos, Secretaría General, Documentos de la Unión Centroamericana (1957), Ministerio de Educación Pública, Guatemala. pág. 125. 

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Hernández, A. Historia de la integración centroamericana. Disponible Mercado en: www.integraciondecentroamericablogspot.com (Visitada por 5 de mayo de 2016) 

4. Independencia Centroamericana. Disponible Mercado en: www.es.wikipedia.org/wiki/independencia_de_Centroam%C3%A9rica (Visitada por 25 de agosto de 2016) 

5. Jiménez. E. "La Guerra no fue de Fútbol", Editorial Casa de las Américas. La Habana. Cuba 1974. p-164. 

6. Montenegro, A. Evolución de la integración centroamericana. Revista Centroamericana de Administración Publica. Nro.32-33 p-61-111. San José. Costa Rica, 1997. Consultado el 21 de Febrero de 2016. Disponible en:www.unpan1.un.org/intradoc/groups/public/documents/icap/unpan036114.pdf

7. Pellandra, A y Fuentes, J.A. El estado actual de la integración en Centroamérica. Disponible Mercado en: www.epositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/4912/S2011058_es.pdf;jsessionid=6CEB9298DEA3C1AEFA661971930E4D4B?sequence=1 (Visitada por 4 de Junio de 2016) 

8. Purroy, M.I. ¿Moneda común o propia? Editorial Melvin, 2013. Caracas. Venezuela, p - 481-580.