martes, 6 de diciembre de 2016

El Mundo Contemporáneo y la Necesidad de un Medio Ambiente Saludable

Trabajo publicado por el autor en al año 2006. Edición impresa.Capítulo del libro: Medieco. Editorial: Ciencias Médicas. ISBN:959-7158-20-5. Santiago de Cuba

Desdichadamente, la actitud de una sola especie, la humana, esta reduciendo progresivamente la diversidad de otras transformando negativamente e entorno global mediante la fragmentación de los hábitats, la degradación de las tierras cultivables, la contaminación de las aguas, el uso incontrolado de los tóxicos químicos, etc., todo lo cual va modificando peligrosamente el ambiente y el clima a nivel mundial.
Los ecosistemas agredidos se tornan mas susceptibles cada vez mas a la aparición de especies oportunistas y a su diseminación consecutiva. Los predadores naturales se reducen en proporciones desmedidas y con ello se van perdiendo los controles biológicos dejando libre  el camino a infinidad de patógenos de imprevisible consecuencia para la salud y la vida no solo del hombre sino también de los animales y plantas.
El nuevo milenio se abrió a la humanidad con signos inequívocos de incertidumbre, evidenciada por una gran inestabilidad económica heredado del siglo precedente, los que en vez de mostrar alguna tendencia a su espaciamiento y mengua, se reduce con sombríos pronósticos. 
Varios estudios realizados han demostrado toda una serie de elementos concatenados, que imposibilitan un desarrollo sostenible para la humanidad, así como su nefasta incidencia en la salud. 
La economía neoliberal sigue trayendo nuevas amenazas a la salud del hombre en todos los rincones del mundo. Vemos la pérdida de la biodiversidad, como consecuencia de una política económica irracional que arremete constantemente al ambiente, y a la que se suma los cambios climatológicos y los desastres naturales, contribuye directamente a la emergencia y reemergencia de enfermedades transmisibles de gran peligro para el género humano, animal y vegetal. Todo esto unido al incremento incesante de la pobreza, reforzando poderosamente mecanismo de devastación de imprevisibles consecuencias futuras.
El aumento del consumo incontrolable que se traduce inevitablemente en degradación ambiental mediante el ciclo de superproducción-consumo-eliminación de desechos, contribuye a que el mundo presente, cada vez  más, una escasez progresiva de recursos renovables para sostener al ambiente y al hombre. El indetenible afán de un rápido crecimiento económico conduce, indefectiblemente a una crisis de dicho recurso imputable en lo fundamental a la deforestación, la degradación de los suelos y a la desertificación.

El  mundo contemporáneo y la necesidad de un medio ambiente saludable.

El hombre, en su desarrollo ha evolucionado hasta alcanzar un estado que le permita soportar las diversas acciones del medio exterior. Pero esto se ha producido no como en los demás animales por un proceso de acumulación, sino por la transformación del medio a sus necesidades.
La salud es, sin duda, el elemento más apreciado por los pueblos y paradójicamente el más carencial para la mayoría de la humanidad, deficiencia íntimamente asociada al sistema económico neoliberal y a la pobreza.
Con frecuencia, el medio natural crea determinadas condiciones específicas para la conservación y desarrollo de la salud. Se sabe que entre los elementos del medio ambiente natural y el hombre se producen cadenas de causa-efecto. También son conocidas las influencias que ocasionan la actividad solar, las fases de la luna, los cambios de temperatura, las fluctuaciones de la presión atmosférica, la humedad relativa, la altitud, etc., no solo en el comportamiento fisiológico de las relaciones del organismo, sino que a veces ejercen una influencia sobre la frecuencia de las agudizaciones en el transcurso de una serie de enfermedades y de la posibilidad inclusive, de morir por su causa.
Sin embargo una de las más nefastas características de la globalización económica neoliberal es su absoluta desestimación del costo ecológico que ocasionan sus actividades dirigida a la obtención de rápidas ganancias sin control ni seguridad de los procesos productivos.
Incluso el Banco Mundial (BM) reconoce que el crecimiento económico va indefectiblemente asociado a la degradación ambiental y a la aparición de nuevas enfermedades infecciosas en un innegable proceso de causa y efecto.
En el caso específico de la devastación  del ambiente, en la actualidad sus factores causales (deforestación, contaminación del agua, aire y del suelo, pérdida de biodiversidad, etc.) son responsables del 25 por ciento de las enfermedades cuya carga es totalmente desproporcionada entre las poblaciones de los países desarrollados y de los llamados en desarrollo.
En las últimas décadas se ha degradado más de la sexta parte de la tierra productiva del orbe, el 80 por ciento de la cual pertenece al tercer mundo. [1]
Además de los factores señalados, el medio circundante posee el peligro natural para el surgimiento de un gran número de enfermedades infecciosas, virales y parasitarias, por lo cual la intervención del hombre en el medio ambiente debe ser, en general, no solo útil desde el punto de vista económico, sino también ser higiénico y médico, fundamentalmente.
La sociedad, al extraer del medio ambiente energía y sustancias, las retorna transformadas en residuos industriales, domésticos y otros, lo cual altera la evolución de
los procesos naturales y el equilibrio ecológico, dinámicamente balanceado. Es cierto que hay que tener en cuenta que en la naturaleza, se observa la capacidad, hasta un grado determinado de la acción antropogénica, de restablecer los procesos naturales alterados. Sin embargo, en los últimos tiempos estas influencias han comenzado a suponer el potencial restablecedor de la naturaleza en importantes sectores de la tierra.
La continúa actividad destructiva del hombre sobre la naturaleza unido a las malas condiciones sanitarias, junto con las enfermedades trasmisibles que la acompañan, causan la muerte de cientos de personas diariamente en el orbe y hacen que se agudisen aún más  los ya conocidos problemas ambientales:
La destrucción del suelo, constituye el sustento nutritivo de la vida en la tierra. La erosión es el fenómeno que lleva a la perdida de capacidad para sostener la vida en el suelo (dentro y fuera de el). La erosión de una zona amplia conduce a la desertificación. Son muchas las causas que provocan la erosión de los suelos: tala indiscriminada, prácticas agrícolas inadecuadas, cultivos abusivos, excesiva ganadería, maquinaria pesada, incendios forestales, entre otros. La contaminación  también representa un peligro para la salud de la población en dos aspectos: en primer lugar, por el contacto directo, en especial en los casos de contaminación del suelo, en segundo lugar, por la caídas al suelo de material contaminado- incluye residuos reactivos- que llega a las aguas subterráneas y aljibes, y  pueden ser empleadas luego por la población. Dicha contaminación en la actualidad sigue creando una multitud de problemas cuyos efectos todavía no se pueden evaluar.
El cambio climático todavía se hace difícil cuantificar los efectos que traerá, lo que si ya conocemos que incrementa la tasa de mortalidad y las probabilidades del contraer enfermedades. El aumento del estrés por el calor y ciertas enfermedades respiratorias, alérgicas y transmisibles, enfatizan mas la acción psicológica sobre las personas.
Se conoce que en varias ciudades (fundamentalmente de las más pobladas) que las muertes provocadas por cáncer, influenza y neumonía han aumentado considerablemente a consecuencias de esta afectación, así como la incidencia de estas muertes por infecciones respiratorias.
El debilitamiento del orificio de la capa de ozono sigue incrementando la cantidad de radiación ultravioleta, afectando la piel, provocando predisposición hacia enfermedades como los sarcomas, etc. Además de afectar el sistema inmunológico del hombre.
Debe conocerse también la influencia de la explotación del cosmo. El paso de cohetes por la atmósfera, sobre todo de los cohetes portadores superpotentes, infringiendo la integridad de la capa de ozono.
La escasez de agua factor fundamental para la supervivencia humana, sin embargo en la actualidad más de 1 200 millones de personas no tienen acceso a agua limpia para beber, lo que unido a los casi 3000 millones que carecen de una sanidad adecuada, son las causas de los 5 millones de muertes anuales (afectando mayoritariamente a los niños) que se producen en el mundo por enfermedades llamadas (de origen hídrico), la casi totalidad de ellas reportadas en los países subdesarrollados. [2]
La irresponsabilidad criminal de muchas corporaciones en cuanto a los derechos resultantes de la industria y la urbanización, vertidos sin seguridad ni tratamiento sanitario alguno en los depósitos y vías de abastecimiento de agua fresca a la población con el fin de intensificar la agricultura, ha sido la causante directa del incremento de la morbilidad y de la mortalidad en diferentes regiones del planeta, pudiendo ser mas compleja al producir lesiones en los diferentes sistemas del organismo los cuales se manifiestan en forma de cálculos renales, neoplasias renales, anemias, hipertensión, enfermedades del hígado, alteraciones del metabolismo lipídico y enfermedades del sistema nervioso, trastornos psíquicos y otros.
Los riesgos ambientales para la salud humana son muchos y muy variados. Se conocen los efectos sobre la salud de algunos factores ambientales, pero lamentablemente, es mucho lo que se ignora acerca de los elementos que intervienen y de las complejas interacciones en los factores ambientales y de salud.
Por solo mencionar alguno de los problemas ambientales, ya que la situación es más dramática cuando vemos que no existe una política para eliminar el abastecimiento de agua deficiente en cantidad y calidad, adecuados sistemas para eliminar los desechos y abundancia de insectos y de vectores o transmisores de enfermedades. Todas estas circunstancias suelen estar acompañadas por la malnutrición, que debilita la resistencia. En algunos países se han eliminado en gran parte estas condiciones, pero otros riesgos ambientales para la salud, ejercen efectos más sutiles y menos conocidos que los de las enfermedades transmisibles. Se trata, en este caso, de factores físicos y químicos, de influencias psicosociales que, junto con los agentes microbianos, forman parte del ecosistema que afectan en forma más directa la salud humana.

La perdida de la biodiversidad y la aparición de nuevas enfermedades (emergentes y reemergentes)
  
Ante todo primero debemos ir al concepto integral de biodiversidad  para poder apreciar la trágica magnitud de su perdida gradual, como esta ocurriendo en la actualidad. Dicho concepto es absolutamente sistémico, lo que implica la producción de constantes variaciones de la vida que se desarrollan a diferentes niveles de organización: genéticos, de las especies y de los ecosistemas. Su trascendente importancia para el ser humano reside en que el mantenimiento de su equilibrio le garantizara agua y aire limpio, suelo fértil, recursos alimentarios, medicamentos y abrigo necesarios para su supervivencia.
Muchos son los hechos referido al deterioro de las especies, por ello solo señalamos algunos, durante los siglos transcurridos el hombre es el responsable, en mayor o menor grado de la desaparición de no menos del 12 % especies o subespecies de mamíferos y el 11 % de aves, ha llegado a amenazar también el 4 % de las especies de peces y reptiles, ha hecho desaparecer entre el 5 y 10 % de los arrecifes coralinos y el 50 % de los manglares del mundo. Se admite que el 34 %  de las costas del orbe corren peligro de degradarse completamente. [3]
Sabemos que los sistemas ecológicos más estables son los más complejos y que la desaparición irracional de algunos de sus elementos condiciona su desestabilización, la cual de algún modo se revierte de forma negativa sobre la salud del hombre, aunque aun esta influencia no sea conocida.
Estas continua actividad destructiva hace disminuir constantemente la presencia de predadores naturales para el control de los vectores de distintas enfermedades, así como las de especies botánicas que se utilizan como quimioterapéuticos, de las que se pierden miles anualmente, trágica realidad, ya que 10 mil de ellas, como mínimo poseen propiedades anticancerígenos, y uno de cada 4 medicamentos que el hombre consume procede del reino vegetal, mientras que, inconcebible paradoja, según la FAO se talan 10 árboles cada uno que se siembra, y esta razón llega a ser de 29 a 1 en el continente Africano [4], los bosques una  vez destruidos requieren alrededor de 150 años para su recuperación. La tendencia a la potenciación de los procesos geológicos naturales exógenos por los procesos geológicos erosivos antropogénica, afecta la calidad de los suelos y se hace más difícil el incremento de la productividad de la agricultura para mejorar la alimentación. El factor antropogénico a escala mundial iguala, por la dimensión de su influencia, las fuerzas geológicas naturales en la actualidad.
Algunos científicos aseguran que para la mitad del tercer milenio se habrán extinguido alrededor de 60 mil plantas. El 80 por ciento de la población mundial depende de  medicamentos de origen vegetal para garantizar  su asistencia  primaria de salud, además de que más del 50 por ciento de las drogas y medicinas comercializadas se basan en compuestos biológicos procedentes de especies ajenas a la humana.
Nos hemos estado refiriendo anteriormente a los problemas medio ambientales, así como a la pérdida de especies animales y vegetales, hechos que reducen dramáticamente las posibilidades futuras de desarrollo sostenible para la humanidad y muestras fehacientes de la perdida de biodiversidad de la que el hombre es responsable directo. Sin embargo, las calamidades anteriores resultan pálidas ante la presencia en la actualidad de enfermedades emergentes y reemergentes de una gran incidencia en la morbilidad y mortalidad del genero humano, como consecuencia de la alteración de distintos ecosistemas por la perdida de la diversidad de especies biológicas conducente a la explosión de poblaciones de especies competitivas y al cambio patogénico que se produce desde los huéspedes primarios hasta los humanos.
Entre las nuevas enfermedades (emergentes) que han afectado a la humanidad en las ultimas décadas con un elevado índice de morbilidad y mortalidad se encuentran, entre otras: la enfermedad de Ébola y Marburg, las enfermedades hemorrágicas por Arenavirus, el síndrome pulmonar por Hantavirus, la enfermedad de Lyme, la fiebre del Nilo Occidental y entre las reemergentes, enfermedades medievales como el Cólera, el Paludismo (una larga lucha que continua), la fiebre Amarilla, la fiebre Dengue y el Dengue Hemorrágico.[4]
La continua migración de grandes contingentes de personas hacia las arenas urbanas, por una parte, con el subsiguiente hacinamiento en verdaderos ghettos carentes de las mínimas condiciones de sanidad y sin abastecimiento de agua potable, y por otra, el desplazamiento de grandes masas campesinas hacia nuevas tierras marginales en busca de comida y trabajo, cuya incontrolable actividad producen una incesante deforestación, reducción del abastecimiento del agua y desertificación conducen inevitablemente a la degradación irreversible del entorno y a una concomitante perdida de la biodiversidad que concluye en la dislocación del habitad de vectores y hospederos de infinidad de enfermedades trasmisibles, con su emergencia y reemergencia consecutiva.

Promover un medio ambiente saludable:

El medio ambiente es un importante factor condicionante de la salud, ya su vez un objeto de la acción del hombre por lo que promover un medio ambiente saludable debe constituir una labor esencial en todo trabajo dirigido a su protección.

¿Que se entiende por medioambiente?

A partir del concepto adoptado, es el resultado de varios elementos relacionados con aspectos positivos en los hábitos de consumo y la recreación, las condiciones productivas, el desarrollo de las tecnologías, la preservación del agua y del aire, la seguridad de los edificios, las costumbres alimentarias y las posibilidades de desarrollo individual.
Aunque hoy se observa una mayor sensibilidad de la población mundial en relación con el estrecho vinculo hombre medio ambiente, aun no existe total conciencia de que la misma constituye un determinante fundamental de la calidad de vida y,  por consiguiente, no se precisan las soluciones pertinentes, que satisfagan las insuficiencias que hoy se presentan.

El medio ambiente esta en un proceso de permanente cambio, lo que hace imprescindible la adaptabilidad de los seres  vivos, características distintiva de la vida. Esa particularidad hace que la especie humana reaccione ante el medio ambiente de diferentes formas y de hecho está expuesta a diferentes factores ambientales.

Factores Biológicos.

La salud de las personas depende en gran medida de su carga genética. Cada individuo posee características que les son propias y que sin duda alguna, determinarán el estado de salud: es lo que se denomina potencial de salud, que no solo se debe mantener, sino fomentar e incrementar.

Factores Abióticos.

La salud también depende del medio o contexto en el que el ser humano y la colectividad viven y se desenvuelven: elementos físicos, biológicos y sociales que constituyen el ambiente humano. Las condiciones físicas (clima, grado de contaminación del medio etc.) son alguno de los elementos que, si bien varían según el contexto y las personas, ejercen gran influencia sobre la salud de los individuos y las comunidades.

Factores psicosociales relacionados con los estilos de vida.

Por estilo de vida se entiende el conjunto de aspectos relacionados con el comportamiento que caracteriza la forma de vida de un individuo o grupo, así como aquellos vinculados a las condiciones en que se desarrollan estas formas de vida: forma de ser, de actuar y tiempo libre interpersonales, recreación y tiempo libre, cuidado de si mismo, relaciones con el medio, etc.
En la conformación de estilos de vida de los individuos y de las comunidades, las costumbres, las creencias y las representaciones acerca de la salud desempeñan un papel importante, que conviene tener en cuenta al desarrollar cualquier programa de educación para la salud.
En la actualidad se considera que los estilos de vida de las personas y grupos ejercen mas influencia sobre la salud que los demás factores que inciden en ella.

Factores llegados a los sistemas educativos y sanitarios.

La cobertura educativa y sanitaria existente y el nivel real de participación de la población en su educación y en la protección de su propia salud son elemento que influyen, asimismo, en el nivel de salud de las personas y de los grupos.
Entre las principales causas que provocan afectaciones del medio ambiente y de hecho a la salud se pueden citar las siguientes:
1-      La ampliación del volumen, la creciente intensificación y el profundo cambio de la estructura de la población industrial contemporánea, sobre todo en países desarrollados, que trae como consecuencia el aumento del volumen del consumo, la utilización de los recursos naturales y el vertimiento de mayor cantidad de desechos industriales.
2-      Las nuevas formas de desarrollo de la agricultura, la industria forestal y otras ramas de la economía que utilizan recursos naturales que provocan la reducción de las posibilidades de existencia ulterior y suficiente reproducción de la vegetación natural y de la población animal salvaje, así como la introducción de sustancias toxicas en las cadenas alimentarias humanas y las aguas dulces.
3-      El rápido desarrollo de la urbanización y la migración de zonas rurales a las urbanas.
4-      El aumento del consumo de recursos naturales y de la cantidad de desechos industriales que se devuelven a la naturaleza e inciden en los cambios climáticos que se producen en el planeta.
5-      Los conflictos y las guerras entre comunidades humanas.
6-      La revolución tecnológica y el crecimiento de la población mundial.

Podemos resumir planteando que el ambiente en su más amplia expresión puede actuar de forma negativa sobre el individuo de cuatro maneras diferentes:

Ø  Crea o favorece las condiciones que determinan la presencia de enfermedades, ejemplo: la tuberculosis se acentúa por la desnutrición, el estrés, la extrema fatiga, el hambre, la miseria, la insalubridad, entre otros.

Ø  Provoca directamente la afección, ejemplo: en el medio ambiente laboral se pueden dar condiciones que estén relacionadas con accidentes y enfermedades profesionales. El ambiente de las grandes alturas o de las grandes profundidades también puede estar relacionado con alguna de estas entidades.

Ø  Influye en el transcurso de la enfermedad, ejemplo: la falta de ecuación-problema social que puede ser causa de una tardía solicitud de atención médica que influya sobre una afección.

Ø  Transmite factores causales-agentes o patobiontes de la enfermedad, ejemplo: las infecciones gastrointestinales son transmitidas por elementos ambientales-agua, alimentos, objetos, etc. El paludismo, el dengue y la leishmaniasis son transmitidas por factores biológicos  que forman parte de la biota de determinados ecosistemas.

El medio, junto con el estilo de vida y el sistema sanitario es un factor implicado directamente sanitario es un factor implicado directamente en el proceso de salud de las personas. Por esto resulta imprescindible tener un pleno dominio de los problemas globales, nacionales y locales que afectan al medio ambiente, como una vía básica primaria, para promover conciencia y desarrollar actitudes positivas ante el problema, mediante estrategias de educación ambiental y para la salud bien concebida.

CONCLUSIONES.

Los factores climáticos, demográficos, los desastres naturales entre otros en el marco de una población de gran pobreza, carente de condiciones sanitarias y de recursos de salud inadecuados, facilitan decisivamente el desencadenamiento de epidemias.
Que en la actualidad la devastación ambiental es un negocio inherente al desarrollo desproporcionado.
Necesidad de concatenar factores como la biodiversidad y sus consecuencias si no los problemas de hoy no tendrán solución.
Necesidad urgente de aplicación de política dirigida a la promoción y educación ambiental y de salud en la población.

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[1]PNUD. Informe sobre desarrollo humano: 1998.Op. cit.:55
[2]PNUD. Informe sobre desarrollo humano: 1998.Op. cit.:55
[3] PNUD. Informe sobre desarrollo humano: 1998 Op. Cit.: 49
[4] Ruth Legger Sivard. “World, Military and Social Expenditures. Op. cit: 29

Economía ambiental. Aproximación a un concepto

Trabajo publicado por el Autor en el año 2006. Capítulo del libro: Medio Ambiente, Sociedad, y Desarrollo Sostenible. Edición impresa. Editorial: Universidad de Oriente. ISBN: 959-207-177-2. Santiago de Cuba
Históricamente la economía ha sido sustentada por distintos procedimientos científicos e ideológicos, así como por corrientes y tendencias que contribuyeron decisivamente a su desarrollo. En cualquier sistema económico, las funciones elementales de la producción, distribución y consumo ocurren dentro de un modo natural circundante.
Una de las  funciones que desempeña en entorno natural es la de prever materias primas y energías, sin las cuales no es posible la producción y el consumo. Uno de los impactos que tiene el sistema económico sobre la naturaleza radica en explotarla para proveerse de materias primas para mantener el sistema en funcionamiento.
Desde la antigüedad la economía, ciencia que estudia la asignación de los recursos de una sociedad, se ha visto relacionada con el uso, distribución, intercambio y consumo de los recursos naturales. La relación entre economía y ecología no ha sido equilibrada de la forma deseada, pues son abrumadoras las razones que nos llevan a pensar que el crecimiento económico de hoy, se ha conseguido a costa del deterioro del entorno ambiental.
Es precisamente ese desproporcionado desarrollo económico que no tiene en cuenta los niveles de agotamiento de los recursos naturales la base fundamental de los antecedentes de la economía ambiental, a la que le atribuimos gran importancia ya que no solo toma en cuenta los beneficios obtenidos por el productor y el consumidor, sino que va más allá, porque analiza cual es el verdadero origen de esa producción.
Fue en la comunidad primitiva donde se logra iniciar una evaluación del hombre sobre el medio ambiente, desde la perspectiva de un desarrollo económico cuya finalidad era buscar calidad de vida y satisfacer sus necesidades, luego en la etapa de la descomposición del régimen de la comunidad primitiva, cuando se comienzan a gestarse las relaciones de producción esclavista, comienza la historia del pensamiento económico con las ideas contenidas en famosas obras literarias y filosóficas que han trascendido.
Desde la antigüedad la economía, ciencia que estudia la asignación de los recursos de una sociedad, se ha visto relacionada con el uso, distribución, intercambio y consumo de los recursos naturales
En el siglo XVI, la economía, entonces Economía Política, centró sus interés en la causa del progreso y la riqueza de las naciones. Entre otros argumentos se sostenía que la división eficiente del trabajo, la selección de las mejores tierras de cultivo y pastoreo, la relación existente entre los precios relativo de los factores y productos y la especialización adecuada de las economías se traducirían en altos grados de competitividad a la hora de comerciar con otras naciones y en significativas dosis de influencia cuando se decidían las políticas nacionales de desarrollo.
En 1615 los economistas teóricos, fisiócratas, entre otros, dieron gran importancia a la producción de la riqueza con la intervención de los recursos naturales en virtud de las características mismas de esta.
Desde aquella época, incluso hasta finales del siglo pasado, a los economistas se les enseñaba que el agua y el aire eran bienes gratuitos y que la naturaleza los suministraba en cantidades ilimitadas. Las funciones o servicios ambientales, como el reciclaje del agua y las sustancias nutritivas, o la regulación del clima, por solo citar algunos ejemplos, eran destacados con desenfados, pues al no haber un mercado para ellos, quedaban fuera del sistema de precios y en esencia, su precio era nulo. El recurso natural no se veía como una forma ordinaria de capital, y por lo tanto, en los cálculos de orden económico no se tenían en cuenta.
Hasta mediado del siglo XX el medio ambiente era un tema difuso, ocasional y no propio para la economía, y los atributos y funciones naturales de diversos entornos y ecosistemas eran competencia exclusivamente de otras disciplinas como la Biología, Geografía, Filosofía o las Ingenierías.
Theodore Panayotou, destaca en su obra: Ecología, medio ambiente y desarrollo, de qué manera se le concedió hasta esa época poca atención al papel del medio ambiente, ya sea como una base de recursos o como un “vertedero” para recibir los desechos de las actividades de producción y consumo.
Más tarde los clásicos consideran al trabajo como el creador del valor y fuente de la riqueza, siendo la naturaleza la que aporta las materias primas. Sin embargo una vez que el aire, el agua y buena parte de los elementos de la naturaleza se tornaron escasos, la economía entró en escena para colaborar en el diagnóstico y en las posibles soluciones de la contaminación ambiental y la degradación ecológica, exigiendo esto un marco teórico conceptual y una revisión de cómo, a lo  largo de la historia, se ha tratado el tema de la Economía Ambiental.
Para el estudio de los antecedentes teóricos de la Economía Ambiental es necesario apreciar la génesis del desequilibrio actual entre el desarrollo económico mundial y el nivel de explotación del ecosistema global. A partir de esta premisa comienzan a aparecer publicaciones que reconocen los cambios paulatinos y por tanto las transformaciones producidas en la naturaleza como consecuencia de su utilización, y los que, dentro de las ciencias económicas analizan este proceso.
Una vez que el aire, el agua y buena parte de los elementos de la naturaleza se tornaron escasos, la economía entró en escena para colaborar en el diagnóstico y en las posibles soluciones de la contaminación ambiental
La Economía Ambiental como proceso tiene su fundamento en propio desarrollo histórico y social y posee tres factores que resumen el estudio de sus antecedentes, el primero de ello está relacionado con el crecimiento demográfico mundial que se va operando a partir de 1803, un segundo factor lo constituyó la revolución industrial entre 1750 y 1850, la que alcanza su máxima expresión en el siglo XX y muestra cómo el desarrollo industrial ha generado grandes cantidades de residuales que están por encima de las posibilidades del suelo alterandolo. El tercero de los factores lo constituye la revolución científica que se desarrolla con avances favorables para el mejoramiento de la sociedad, sin embargo en las sociedades de consumo se van acumulando recursos que no son biodegradables, unido a la carrera armamentista.
A estas reflexiones debemos añadir que diferentes corrientes teóricas han servido de sostén a las diversas posiciones de escuelas de pensamiento económico lo que permite el estudio de la problemática partiendo de las ciencias económicas. Se destaca en este sentido la clasificación realizada por otros autores, los que parten de reconocer en las tendencias mercantiles y fisiocráticas la presencia de una visión de la economía de acuerdo con la ley natural en la que la tierra era la fuente de todo producto.
Diferentes corrientes teóricas han servido de sostén a las diversas posiciones de escuelas de pensamiento económico lo que permite el estudio de la problemática partiendo de las ciencias económicas
En la denominada Economía Política Clásica Inglesa, la presencia del trabajo como fuente principal de riquezas, define a la división del trabajo como la mano invisible del mercado, lo que permitió un tratamiento del valor económico del medio ambiente y de los recursos naturales.
Otros criterios y elementos de los antecedentes del estudio actual de esta problemática se deben buscar en: 
Aristóteles (684-322) quien consideraba que el estado se ocuparía de la administración y de los recursos que proporciona la naturaleza, donde la agricultura es fuente de riqueza.
Tomas de Aquino (1225-1274) defendía la relación entre naturaleza y destino del hombre en vínculo con leyes, normas que regulaban los actos humanos para llegar a un bien común.
William Petty (1623-1687) sienta las bases de la Economía Política Burguesa Clásica y en su obra queda un reconocimiento a la problemática ambiental.
Thomas R. Malthus (1766-1834) fue uno de los primeros economistas en preocuparse por cuestiones relacionadas con los recursos naturales.
John Stuart Mill (1806-1973) postula que las disponibilidades limitadas de recursos naturales impondrán límites al crecimiento económico
Carlos Marx (1818-1883) realizó aportes a conceptos tan importantes como el de la renta de la tierra para entender el proceso de formación de los precios de los recursos naturales.
Aunque en varias de etas formulaciones teóricas hay alusiones al deterioro o pérdida de los recursos naturales y a sus efectos adversos sobre la dinámica económica no es hasta inicios del siglo pasado comienzan a surgir esquemas de valor y de la economía institucional lo que trae consigo que “las mayores aportaciones teóricas proceden de una continua revisión de los fundamentos del paradigma dominante basado en una síntesis neoclásica sobre el eje del mercado. [….] la Economía Ambiental es un campo que aparece como un resultado de un acercamiento de la economía convencional a los aspectos del medio ambiente”

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