viernes, 31 de marzo de 2017

JUAN DOMINGO PERÓN: DEL ESTADO DE GENDARMES A ESTADOS DE BIENESTAR

"Debemos producir el doble; multiplicarlo por cuatro mediante una buena industrialización, es decir, enriqueciendo la producción por la industria; distribuir equitativamente esa riqueza y aumentar el estándar de vida de nuestra poblaciones hambrientas,….”
                                  Juan Domingo Perón, 1946





El primer período presidencial de Juan D. Perón se extendió entre el 4 de junio de 1946 y el 4 de junio de 1952.

En 1945 y finalizando la Segunda Guerra Mundial, la economía mundial inició una etapa expansiva caracterizada por la intervención de los distintos gobiernos en la economía influenciados por las ideas de John Maynard Keynes, pasando de Estados gendarmes a Estados de bienestar. 

Estas políticas fueron difundidas en el mundo entero y Latinoamérica no fue la excepción y menos aún la Argentina. El objetivo de estas políticas era lograr mayor equidad social, la independencia de los grandes centros de poder mundial y el desarrollo de una economía industrializada controlada localmente.

Al asumir la primera presidencia, el gobierno Peronista heredó una economía descapitalizada resultante de la fuerte restricción del equipamiento durante la década del 30 y la Segunda Guerra Mundial. 

En 1946 pronuncia su discurso ante el congreso dando Perón muestra de su filosofía económica, basada en una política nacionalista y estetizante y en consonancia con las tendencias existentes en el mundo. 

En su mensaje al Congreso Nacional del 19 de octubre de 1946, el Presidente Juan D. Perón presentó los lineamientos del Plan del Poder Ejecutivo sobre la orientación económica del país para el quinquenio 1947-1951. 

Durante los primeros tres años de gestión (1946- 1948), el gobierno aplicó políticas que tendían a sostener la Fase Clásica del proceso de sustitución de importaciones, en un contexto de clara redistribución del ingreso hacia los sectores más desprotegidos de la población. En ese período se tomaron medidas de política expansiva donde la oferta monetaria aumentó en un 250%; el gasto público y el Producto Bruto Interno (PBI) creció un 16%, todo esto generó un fuerte incremento en los salarios y los beneficios sociales. 

Las nuevas políticas económicas estuvieron caracterizadas inicialmente por la nacionalización de los servicios públicos y repatriación de la deuda pública, la promoción de la industria y la redistribución de los ingresos a favor de los trabajadores. El Estado se convirtió en regulador, productor, gestor de sectores vitales de la economía y en un importante empleador. 

A través del control de precios para artículos de consumo popular, el control de los alquileres y los arrendamientos rurales, las políticas de salarios mínimos, la aplicación del sueldo anual complementario y las mejoras de las prestaciones de la seguridad social, se logró una rápida expansión de la demanda de consumo y una fuerte redistribución a favor de los sectores con menores ingresos. Basta decir que entre 1946 y 1950 la participación de los asalariados en el ingreso nacional creció del 39 al 46%, experimentando estos sectores mejoras en sus condiciones de vida sin precedentes en el país. 

El conjunto de medidas económicas expansivas y redistributivas tomadas en los tres primeros años de gestión, se complementaron con dos elementos fundamentales: En primer lugar, se realizaron una serie de reformas de la legislación social como la aplicación de convenios laborales por industria, la creación de tribunales de trabajo y un régimen de asociaciones profesionales que constituyó la plataforma de poder de los sindicatos. 

En segundo término, se amplió las facultades de control del gobierno sobre el sistema económico, mediante la creación del Instituto Argentino de Promoción del Intercambio (IAPI), encargado de las exportaciones tradicionales y las importaciones esenciales y la creación del Banco Industrial, encargado del control nacional del sistema de seguros y la nacionalización de los depósitos bancarios.

Durante este gobierno de Perón se profundizó la política de sustitución de importaciones mediante el desarrollo de la industria ligera que se venía impulsando desde la década anterior. Perón también invirtió fuertemente en la agricultura, especialmente en la siembra de trigo.

En 1947 el gobierno de Perón anunció un Plan Quinquenal para valorizar y fortalecer las nuevas industrias creadas, y comenzar con la industria pesada (siderurgia y generación de energía eléctrica en San Nicolás y en Jujuy). Respecto del comercio exterior, el plan planteaba la necesidad de prever y codificar en un solo cuerpo el conjunto de medidas que afectaban la exportación y la importación, reglamentando la tipificación, el envase y la certificación de la calidad de los productos exportables y estableciendo un régimen aduanero ajustado a las realidades de ese momento. 

En consecuencia, elevaba a la consideración legislativa un proyecto de modificación de la ley de aduanas que proponía adecuarla a las nuevas normas de protección del trabajo nacional, en función de la cantidad de mano de obra ocupada, salarios altos y consumo de materias primas nacionales. Además, proponía explorar la posibilidad de establecer una unión aduanera con los países sudamericanos que facilitara el intercambio comercial. 

De acuerdo con el proyecto de ley, estos objetivos reclamaban que se dotara al Poder Ejecutivo de facultades para aumentar, disminuir e incluso imponer derechos a mercaderías liberadas. La idea era que el Ejecutivo pudiera actuar rápidamente ante circunstancias apremiantes que pudieran dañar la economía nacional o causar perjuicios a los consumidores. Asimismo, se consideraba conveniente confeccionar un nuevo arancel de importación sobre la base de la nomenclatura sugerida por el Comité de Expertos de la ex Liga de Naciones, al cual deberían volcarse los aforos, derechos, adicionales y recargos vigentes en ese momento. 

El número de pasajeros transportado por la Flota Mercante de la Argentina (creada en 1941) aumentó de 1,4 millones en 1947 a 17.6 millones en 1951, mientras que el tonelaje transportado aumentó de 575 a 866 mil toneladas.

En 1948 el Estado nacionalizó los ferrocarriles, en su mayoría propiedad de capitales ingleses, y creó la empresa Ferrocarriles Argentinos, en ese mismo año creó la Empresa Nacional de Telecomunicaciones. 

Cumplidos los tres primeros años de gobierno, se agota la fase clásica del proceso de sustitución de importaciones y concluye la fase expansiva de la política económica apoyada en el crecimiento de la demanda global y la redistribución del ingreso. 

La crisis política que comienza en 1950 tiene sus orígenes en el sector externo, con la caída de las importaciones y exportaciones en un 33%, y apoyada en la estrepitosa caída de las reservas que descendieron a 150 millones de dólares cuando al comienzo de la gestión habían alcanzado niveles de 1.500 millones de dólares. 

En este mismo año se creó la Aerolíneas Argentinas, la primera empresa argentina de aviación, al sector aeronáutico se dio gran impulso con la producción nacional a través de la Fábrica Argentina de Aviones, creada en 1927, destacándose el desarrollo de aviones de reacción. 

Este escenario de crisis tenía una gran atenuante: El estrangulamiento de la capacidad productiva fruto de la insuficiente capitalización de la estructura productiva en un largo periodo, que se sumaba a la menor disponibilidad de bienes debido a la contracción en las importaciones. Además, es importante destacar la caída en la producción agropecuaria de los años 1951-1952 generada por los efectos de las sequías. La crisis política se extenderá hasta 1952, año en donde el gobierno decide adoptar un nuevo rumbo político-económico.

El Gobierno sostiene su política monetaria, fiscal y salarial expansiva, pero la presión de la demanda global sobre una economía con menor cantidad de bienes y servicios disponibles enerva las presiones inflacionarias hasta que en el año 1951 se llega a un récord inflacionario. El costo de vida se elevó un 37% y los precios mayoristas un 48%. 

Se creó la empresa distribuidora Gas del Estado y Yacimientos Carboníferos Fiscales (YCF). En diciembre de 1949 se puso en marcha el primer gasoducto que conectó la ciudad de Comodoro Rivadavia con la Ciudad de Buenos Aires, de una longitud de mil seiscientos kilómetros, siendo el primero de su especie en Sudamérica y el más largo del mundo para ese momento, se construyó además sin financiamiento externo. 

El primer período presidencial de Juan D. Perón se extendió por seis años consecutivos, durante este mandato el estado se convirtió en empresario siendo las acciones más destacadas la conformación de un extenso Estado de Bienestar (características de la posguerra en todo el mundo), desarrollando políticas y creando instituciones que suponían una fuerte regulación de la economía por parte del Estado. 

Con la firma consagratoria de un acta en la histórica Casa de la Independencia Argentina, en 1947, se consagra la necesidad de transformar una economía al servicio del capital en otra dispuesta a colocar el capital al servicio de la economía, para revertir su connotación colonial, lo que lo lleva a planificar y proclamar la "independencia económica" Lo simbólico del acto envuelve la realidad, hechos que conducen a la nacionalización de la economía Argentina.

Se nacionalizaron las compañías ferroviarias de propiedad británica y francesa, la de los teléfonos, algunas compañías eléctricas del interior y el Banco Central, que controlaba los depósitos bancarios y en cuyo directorio había representantes extranjeros, estas nacionalizaciones generaron una gran evolución de toda la economía y del sector público, pues el estado era quien decidía sobre la provisión de los servicios públicos y desarrollo de los mismos, estableciendo sus tarifas y las políticas saláriales para los trabajadores del sector, teniendo en sus manos una poderosa herramienta para la generación de empleo. 

Este proceso de nacionalización se realizó en un contexto propicio, debido a que las compañías extranjeras estaban interesadas en desprenderse de sus activos existentes en Argentina por considerar que su ciclo ya estaba agotado. 

En este periodo se estimuló la inversión privada que generaba la inversión pública, y que estas nuevas funciones del Estado incrementaron la influencia de las políticas públicas en la orientación sectorial y regional de la producción, además se promovió la industria, se logró independencia económica y el fomento del mercado interno. 

Se creó el Ministerio de Trabajo y Previsión Social y la Fundación Eva Perón, se logró una amplia redistribución de la riqueza a favor de los sectores más postergados, el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, una política económica que impulsó la industrialización y la nacionalización de sectores básicos de la economía y una política exterior de alianzas sudamericanas apoyada en el principio de la tercera posición. 

En este período de mandato se realizó una reforma constitucional que sancionó la llamada Constitución de 1949, a partir de la reforma de la Constitución Nacional Argentina fue posible la reelección del presidente. 

Perón se presentó nuevamente como candidato, en las primeras elecciones nacionales en que votaban las mujeres y obtuvo la victoria con un 62 % de los votos, asumiendo de esta forma su segundo mandato.

Bibliografía:

1. Historia general de las relaciones exteriores de la República Argentina. Disponible en: www.argentina-rree.com/11/11-005.htm

2. Matías Batista. Políticas económicas adoptadas durante las primeras presidencias. Periodo: 1946-1955. Disponible en: www.monografias.com/trabajos72/politicas-economicas-primeras-presidencias/politicas-economicas-primeras-presidencias.shtml#ixzz4Kv9InTfw

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