sábado, 1 de abril de 2017

ALGUNAS EPÍSTOLAS SOBRE PROTECCIONISMO ECONÓMICO

Las primeras escrituras de los que conocemos hoy como proteccionismo nos lo dejaron como legado los escritores mercantilistas de los siglos XII y XIII, quienes pensaban que un país sería próspero si sus ventas de bienes y servicios superaban las compras, debido a la condición favorable de su balanza comercial el oro que llegaba al país debía ser empleado para cancelar el exceso de exportaciones. 
Desde esta época el proteccionismo fue vinculado con varias hipótesis económicas como el mercantilismo, pues se consideraba que era ventajoso para conservar en positivo la balanza comercial de los países, aunque las tesis mercantilistas tuvieron como limitación que no lograron establecer las diferencias existentes entre el justo medio y los fines, creando una gran confusión entre los economistas de la época.
Durante los siglos XVII y XVIII en Europa hubo continuas guerras ya que las políticas prohibitivas del comercio eran la norma: los estados beligerantes peleaban entre sí con el objetivo de ampliar sus imperios para someter y utilizar los mercados de los territorios ocupados. 
En la costa este de américa del norte, existían una serie de colonias británicas denominadas Trece Colonias, logrando su independencia de Gran Bretaña en 1776 surgiendo así los Estados Unidos de Norteamérica como nación, quienes aplicaron restricciones a las producciones de algodón proveniente de los países del Sur, este elemento fue determinante para que se desatara la Guerra Civil, la que se extendió desde 1861 al 1865 
Las ciencias económicas desde su propio surgimiento ya luchaban contra el proteccionismo, buscando favorecer un mercado más abierto y libre, este modelo mercantilista del proteccionismo fue el que se inspiró al célebre filósofo y economista Adam Smith (1723-1790) a escribir su obra cumbre: La riqueza de las naciones, investigación que salió publicada por primera vez en el año 1776 invocando a favor del libre comercio de las naciones, por lo que fue calificado por muchos como el primer libro moderno de economía. A punto de partida de esta obra algunos países asumieron el modelo de desarrollo económico propuesto por Smith, los que en el corto plazo percibieron un incremento en su producción de bienes y servicios a gran escala. 
Al respecto el eminente economista también señaló el peligro que representaba el popular interesados sofismas industrial, con el que se buscaba la obtención de prerrogativas a cuenta de los consumidores. 
Estados Unidos históricamente ha sido un país de poca tradición liberal, lo que le permitió a Alexander Hamilton en Estados Unidos diseñar y proponer por primera vez en 1792 su Informe sobre las Manufacturas, donde argumentaba que: 
“Los Estados Unidos no podrían llegar a ser totalmente independiente hasta que fuesen autosuficiente en todos los productos económicos necesarios. Para llegar a las raíces de este sistema económico Hamilton se remonta, en parte, a los sucesivos regímenes de Colbert en Francia e Isabel I en Inglaterra al tiempo que rechaza los aspectos más duros del mercantilismo, como la búsqueda de colonias para los mercados. Henry Clay llegó a ser conocido como el Padre del sistema estadounidense por su apoyo apasionado por este sistema que consiguió unificar la nación de norte a sur, de este a oeste, y la ciudad con el campo” 
Conociendo ya del proteccionismo y sus efectos en la economía norteamericana a Abraham Lincoln (1809-1865) se le ha atribuye la siguiente afirmación:
“Yo no sé gran cosa de aranceles. Lo que sí sé es que cuando compro una chaqueta de Inglaterra, yo me quedo con la chaqueta e Inglaterra con el dinero, mientras que si la compro en Estados Unidos, yo me quedo con la chaqueta y Estados Unidos con el dinero”
En el siglo XIX se promovió un gran intercambio de ideas entre los que defendían el libre comercio y los partidarios del proteccionismo, logrando los librecambistas imponer sus ideas, convirtiéndose este periodo en una época de desarrollo y crecimiento de la producción en términos generales. 
Lo que permitió que a finales de este siglo y luego de transcurridos cincuenta años de libre comercio que a su vez trajo consigo cincuenta años de paz, muchos políticos con falta de visión futurista emprendieron nuevos discursos a favor del establecimiento de barreras comerciales por toda Europa, esto hizo que las diferencias aumentaran hasta desatarse en 1914 la Primera Guerra Mundial. 
En los inicios del siglo XX los conflictos bélicos que se desarrollaron, las revoluciones que se establecieron y la crisis del 29 conocida también como Gran Depresión, trajeron de vuelta al proteccionismo pero de una manera bien radical, logrando establecerlo mediante la imposición de porcentajes y contravenciones a la importación, aumentando los aranceles ya existentes y mediante un férreo control de cambio a las monedas y al ingreso de capitales. Todo esto le dejó a la economía de los Estados Unidos saldos bien negativos ya que el proteccionismo lo que hizo fue empeorar la situación económica de la nación. 
En 1930 y de cara a una recesión nada suave, el trigésimo primer presidente norteamericano Herbert Hoover (1874-1964) no tuvo en cuenta las opiniones, petición y casi ruego de 1028 eminentes economistas y da el primer paso hacia la radicalización del proteccionismo, instituyendo el denominado arancel Smoot-Hawley el que establecía el aumento de las tarifas arancelarias a más de 20 000 productos diferentes y aumentaba ciertas comisiones a niveles de alrededor del cien por ciento. 
Medidas similares fueron reproducidas y aplicadas en el lapso de un año en más de 25 países como una reacción en cadenas, logrando una demoledora y considerable disminución del comercio internacional a un 70 por ciento y de las relaciones económicas internacionales, dicha reducción provocó el incremento del desempleo a gran escala en los países desarrollados. 
Al asumir Franklin D. Roosevelt (1882–1945) la presidencia de los Estados Unidos en 1933 y teniendo en cuenta los postulados Keynesianos, implantó de forma gradual composturas propicias al libre intercambio logrando así un crecimiento económico nunca antes visto en la historia de los Estados Unidos de la postguerra. 
En 1945 al finalizar la segunda guerra mundial surgieron una serie de posiciones favorables que permitieron el establecimiento del libre comercio a nivel internacional, lo que provocó que la posición de la economía mundial se revirtiera y su crecimiento fuera sin precedentes en la historia de la humanidad.
A punto de partida de la crisis hipotecaria que se da en el 2008 en los Estados Unidos y que más tarde se generaliza al mundo entero, provocó que nuevamente resurgieran comportamientos encaminados al proteccionismo de las industrias maltratadas en algunos países. 
Este resurgimiento del proteccionismo nos trae a la mente aquellas ideas del notable economista británico John Maynard Keynes (1883-1946) cuando planteaba. “No todo lo que se produce crea su propio mercado, como algunos autores afirman, debido a que la gente tiene una alta propensión a ahorrar que aumenta más que proporcionalmente con el incremento de sus ingresos; ahora bien, mientras aumenta el consumo en cifras absolutas se generan inversiones que provocan nuevos aumentos de los ingresos y por tanto un aumento todavía más alto del ahorro, generándose así una sobreproducción creciente hasta que ya no es económico producir más; cesan las inversiones, cierran las industrias y se generaliza el desempleo dándose el caso incoherente de que existe una gran capacidad productiva instalada pero las fábricas están cerradas y los almacenes están repletos de mercancías que todo el mundo necesita pero que nadie tiene recursos para comprar”. 
La actual crisis económica iniciada en el año 2008 y que fue una de las consecuencias de la aplicación de la política económica neoliberal, es la que hace resurgir a nivel mundial los postulados proteccionistas de los cuales ya la humanidad moderna se había despojado

Bibliografía:

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2. Paúl Gutiérrez, Jesús. Proteccionismo. Expansión. 2014. Cataluña. España. Consultado el 22 de Octubre de 2016. Disponible en: www.expansion.com/diccionario-economico/proteccionismo.html

3. Delgado, J. El proteccionismo económico. Consultado el 31 de enero de 2017. Disponible en: www.eleconomista.es/firmas/noticias/8120961/01/17/El-proteccionismo-economico.html

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6. Diego, P. El Neoproteccionismo. Consultado el 18 de agosto de 2016. Disponible en: www.elmundo.es/economia/2016/07/18/578bb03122601d240d8b45a3.ht

7. Lejavitzer, M. Los efectos del proteccionismo en América latina. Editorial: Centro de Estudios Monetarios Latinoamericano, 1983, 1ra edición. México, DF, p-9. Disponible en: www.econbiz.de/Record/los-efectos-del-neoproteccionismo-en-américa-latina-lejavitzermoises/10000691926

8. Ramírez, E. Neo-proteccionismo. Consultado el 04 de Abril de 2016. Disponible en: www.academia.edu/4218561/capitulo1_NEOPROTECCIONISMO