sábado, 26 de diciembre de 2020

EL GOBIERNO LE DICE ADIOS AL “DÓLAR CUBANO”

Corrían los primeros años de la década de los 90 del siglo pasado, cuando el mundo amaneció con la inesperada noticia del derrumbe del campo socialista soviético y del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), noticia que sorprendió al mundo entero, pero mucho más a aquellos países que pertenecían al bloque o dependían de esta estructura. Dicho acontecimiento impactó de manera agravada en Cuba, con mayor incidencia en los factores macros de la sociedad, específicamente en lo político, económico, social y lo tecnológico. 
Con la desaparición de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y el CAME, Cuba perdió su primer socio comercial y el apoyo económico incondicional de Moscú, sumiéndose en una profunda crisis que llegó a tocar fondo, perdiendo el 75 por ciento del comercio y la economía nacional experimentó un franco retroceso llegando a lo que el economista Herman Daly denominó “economía del estado estacionario de equilibrio dinámico”. 
Este contundente hecho creó una cadena de hechos y consecuencias en la economía cubana que llevó al país a un status al que el gobierno denominó “periodo especial”, término que hasta ese momento solo era empleado en la teoría del arte militar cubano, situación que se agudizó con el recrudecimiento del bloqueo (embargo) estadounidense desde 1992. 
Entre los años 1992 y 1993 surgieron en Cuba las empresas mixtas y las asociaciones económicas con capital extranjero y se buscó estimular y desarrollar el turismo, medidas que, entre otras, produjeron un impacto en el sistema monetario nacional, provocando la necesidad de realizar cambios sustanciales en el mismo, y es por ello que el 26 de julio de 1993, el entonces presidente Fidel Castro autorizó a que los ciudadanos residentes en el exterior enviaran remesas en dólares a sus familiares en Cuba, aceptó inversiones extranjeras (directas e indirectas) y despenalizó la tenencia de dólar en el territorio nacional, permitiendo su libre circulación. 
Sin embargo esas medidas no frenaron el pago salarios sin producción ni importaciones, la generación del exceso de liquidez que debilitó el Peso Cubano (CUP) como moneda nacional, frente a estos sucesos, a finales de 1994, el gobierno emitió una moneda fuerte equivalente al dólar, denominada Peso Cubano Convertible (CUC), dicha moneda se emplearía para el turismo internacional y sería la moneda oficial para las relaciones económicas internacionales de Cuba, entre otras actividades, mientras el peso cubano mostraba un vertiginoso proceso de devaluación. 
Debido al bloqueo norteamericano, vigente desde 1962, a Cuba le estaba prohibido hacer actividades comerciales internacionales utilizando el dólar norteamericano y atendiendo a que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), comenzó a hostigar y sancionar a bancos y entidades que aceptaban dólares en efectivo de Cuba, en noviembre de 2004 Fidel Castro, mediante la resolución 80 decide sacar el dólar americano de circulación, que hasta ese momento su tenencia era lícita, dejando sólo al CUP y CUC como moneda de circulación oficial, esperando así que la moneda nacional se fortaleciera. 
De esta manera el CUC se instauró como una moneda oficial dentro del país, dando paso a la dualidad monetaria, a partir de ese momento la oferta de bienes y servicios para los cubanos quedó fraccionado en dos: ventas en divisas (CUC) y ventas en pesos cubanos (CUP) y como era de esperar creó grandes diferencias sociales en la población cubana, surgiendo a la vez dos grandes grupos: el que tenía y el que no tenía CUC. 
En Cuba lo que se observa, a inicios de los noventa, es un fenómeno de dolarización parcial. La causa de este proceso de dolarización parcial incipiente, al igual que en otros países, fue la crisis económica y los desequilibrios monetarios derivados, si bien los orígenes de esta crisis fueron diferentes. En el caso de Cuba fue resultado del fuerte shock de oferta a raíz de la caída del bloque socialista. La fuerte contracción que experimentó la oferta de bienes y servicios, así como los consecuentes incrementos de liquidez requeridos para mantener el nivel de empleo, fueron erosionando las funciones monetarias de la moneda nacional. (Hidalgo y Doimeadios, 2003) 
Con la intención de eliminar estos desequilibrios monetarios, el gobierno adoptó importantes transformaciones dentro del sistema cambiario cubano, una de ellas fue el otorgamiento de licencia por parte del Banco Nacional de Cuba para la creación de la firma Casas de Cambio, S.A (CADECA, S.A.), entidad totalmente cubana y con personalidad jurídica propia, dedicada fundamentalmente al canje y recanje de monedas extranjeras por pesos convertibles y para la compra y venta de moneda nacional, en estas entidades estatales cada CUC se cotizaba en las 24 CUP para la compra y 25 CUP para la venta. 
Bajo este sistema de dualidad monetaria la nación cubana vivió por muchos años, creando distorsiones en los mecanismos cambiarios, como la presencia de dos tasas de cambio para la relación peso cubano-peso convertible y la no convertibilidad del peso cubano en el segmento empresarial, aspectos que deberían ser resueltos por el Banco Central con vistas a crear las condiciones de política cambiaria necesarias para erradicar la doble moneda. 
Con la intención de unificar ambas monedas, donde se buscaba la prevalencia del peso cubano, en enero del 2015 se emitieron billetes de 200, 500 y 1000 pesos, los que comenzaron a circular en toda Cuba a partir del primero de febrero de ese mismo año. Dichos billetes tenían como objetivo facilitar las operaciones con CUP, que hasta ese momento se realizaban en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD). Por solo poner un ejemplo, una refrigeradora cuesta, en Cuba, alrededor de 700 CUC (dólares). Pagarla en moneda nacional equivaldría llevar en el bolsillo 17.500 CUP, en billetes de 20, que es el que más circulaba, teniendo en cuenta que no existen pagos al crédito. Al mismo tiempo, las empresas estatales socialistas cubanas operan con un tipo de cambio especial: un CUP por un CUC (un dólar), sin embargo dentro del plan de unificación cambiaria está sincerar esa conversión, con una tasa más cercana a la del mercado: un dólar por 24 CUP. 
Refiriéndose a la necesidad imperiosa de reunificar ambas monedas, el ex presidente cubano Raúl Castro, el 21 de diciembre de 2017 expresó: “Este asunto nos ha tomado demasiado tiempo y no puede dilatarse más su solución” y tres años después el presiente Miguel Díaz-Canel en un mensaje televisado dijo que el Partido Comunista había acordado comenzar el "proceso de unificación monetaria y cambiaria y el resto de las necesarias transformaciones que lo acompañan (...) como un paso decisivo en el ordenamiento monetario del país". 
En dicha intervención el presidente cubano, acompañado por Raúl Castro dijo "Reiteramos la importancia y trascendencia de esta tarea que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social……La tarea de ordenamiento no constituye en sí misma la solución mágica a todos los problemas presentes en nuestra economía, sin embargo, favorecerá la creación de las condiciones necesarias para avanzar de manera más sólida" 
El mandatario anunció que el proceso iniciará a partir del primero de enero del 2021, sin embargo el gobierno no visualiza los graves trastornos que, en el corto plazo, la medida puede ocasionar a la economía. 
La medida, sin dudas, viene a resolver dos de los grandes problemas que la nación cubana lleva enfrentando por años, que son: la emisión monetaria sin respaldo y la doble moneda, ambas variables son las bases elementales de la inflación, tratemos de explicar esta problemática desde la perspectiva de dos principios de la teoría monetaria, que muy bien vienen a colación: 
- Según la ley de Gresham, cuando en un país circulan simultáneamente dos tipos de monedas de curso legal, y una de ellas es considerada por el público como "buena" y la otra como "mala", la moneda mala siempre expulsa del mercado a la buena. En definitiva, cuando es obligatorio aceptar la moneda por su valor facial, y el tipo de cambio se establece por ley, los consumidores prefieren ahorrar la buena y no utilizarla como medio de pago. 
- La cantidad de dinero que existe en una economía es la suma de los billetes y monedas que haya en circulación, multiplicada por la velocidad de circulación de ese dinero. ¿Velocidad? Pongamos un ejemplo. Juan, agricultor vende una carga de tomates en $100 recibe efectivo y guarda el dinero como ahorro en una botija. Velocidad de circulación = 0. En efecto retiró ese dinero del circulante. 
La velocidad de la circulación es otro elemento de la ecuación monetaria que se debe cumplir en Cuba, la que se logra si los particulares autorizados (cuentapropistas) producen y venden más, generando mayor transacciones operacionales e incrementando la velocidad financiera. Con ello la masa monetaria (velocidad x billete + depósitos) también se incrementará logrando un ajustes de precios, los comenzaran a subir proporcionalmente. 
Sin embargo la mencionada unificación monetaria ocasionará más perjuicios que beneficios para los cubanos, primeramente por las circunstancias en que se adopta la medida ya que es anunciada en medio de una situación compleja para la economía de la isla, castigada por la baja del turismo que le ha dejado la pandemia de COVID-19, la extendida crisis de la economía venezolana que ha repercutido necesariamente en la cubana y sumado a lo anterior, el recrudecimiento del bloqueo norteamericano, entre otros factores 
Los elementos antes mencionados conducen a la posibilidad real de que en Cuba se repita un periodo especial como el de los años 90, circunstancias que los cubanos, de seguro, no querrán vivir nuevamente, situación que trae consigo una devaluación del peso cubano, lo que hará que los cubanos continúen apostando y buscando el dólar americano, que hoy se cotiza en las calles cubanas a 50 pesos cada dólar. 
Atendiendo a que el comportamiento monetario es una variable más para el logro de la dinamización de la economía, el ordenamiento monetario es una necesidad imperante que solo mostrará resultados si se articula con otras transformaciones encaminadas a la liberalización de la economía para hacerla más eficiente. 
Cuba se debe encaminar hacia un modelo económico más eficiente, que aún bajo una economía planificada tenga mayor apertura a la competencia y se reoriente hacia el libre mercado, esto hará al sector empresarial totalmente productivo, el exceso de circulante desaparecerá y necesariamente los precios y la emisión monetaria disminuirán. 

Bibliografía: 

1. La historia detrás del CUC, la moneda a punto de desaparecer en Cuba, (2018). Consultado el 05 de febrero de 2019. Disponible en: www.elfinancierocr.com/finanzas/la-historia-detras-del-cuc-la-monedaapuntode/X74JQNVLMZH4DOTV7GHAM77ZMI/story/
3. Hidalgo, V y Doimeadios, Y (2003) Dualidad monetaria en cuba: causas e implicaciones de política económica. Consultado el 05 de agosto de 2020. Disponible en: sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/administracion/v06_n11/dualidad.htm
4. Vidal, P, (2008). La encrucijada de la dualidad monetaria. Consultado el 08 de agosto de 2020. Disponible en: https://nuso.org/articulo/la-encrucijada-de-la-dualidad-monetaria/
5. Martínez, R (1996). Curso de Teoría Monetaria y Política Financiera. UNAM. p. 49. Consultado el 14 de mayo de 2020. Disponible en: https://books.google.cl/books?id=EfDZVQU-_1EC&pg=PA49#v=onepage&q&f=false
6. El CUC dice adiós, pero con su despedida llegan los verdaderos dolores de cabeza. Consultado el 17 de septiembre de 2020. Disponible en: www.cubacute.com/2020/09/19/el-cuc-dice-adios-pero-con-su-despedida-llegan-los-verdaderos-dolores-de-cabeza/ 
7. Olmo, G (2020). Cuba: qué supone la unificación monetaria anunciada por el gobierno y qué papel puede jugar ahora el dólar en la economía de la isla. Consultado el 08 de octubre de 2020. Disponible en: www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-55269440

sábado, 28 de noviembre de 2020

NACE EL RCEP, EL TRATADO COMERCIAL ASIÁTICO QUE PROMETE GRANDES CAMBIOS GLOBALES

La inesperada, impactante y generalizada huella que va dejando la pandemia COVID-19 es irreversible para la humanidad ya que las medidas de confinamiento que se debieron adoptar provocaron, entre otras cosas, la paralización total de las actividades económicas, comerciales y sociales, propiciando una enérgica contracción de la economía mundial, su mayor caída desde la segunda guerra mundial y la diminución del PIB (Producto Interno Bruto) per cápita de los países en un 90 por ciento, lo que ha generado una simultaneidad de la crisis sin precedentes históricos. 
Ante y durante la pandemia han acontecido una serie de eventos a nivel mundial que han repercutido de manera directa en la transformación de las relaciones económicas y comerciales internacionales tal y como la conocíamos hasta hoy, los hechos que más se destacan son: 
  1. El comercio internacional entre las dos potencias económicas del mundo (China y Estados Unidos) se debatía entre el rompimiento y la coalición de ambas naciones. Un debate que, previo al surgimiento de la pandemia, se presentaba como uno de los más grandes desafíos desde la dimensión económica. 
  2. La inmovilización de los flujos comerciales a nivel mundial estuvo supeditado a la guerra comercial que se mantuvo entre Estados Unidos y China, debido a la imposición de aranceles y sanciones por parte de ambas naciones, llegando a imponer un escenario totalmente hostil, lo que hizo que se registraran caídas profundas en el comercio mundial. 
  3. El surgimiento del T-MEC (tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá) También se le conoce como “TLCAN 2.0” o “NAFTA 2.0”, alianza que ha dejado grandes beneficios para norteamérica, convirtiéndose México en el primer socio comercial de la nación anglosajona. 
Todos estos eventos, unidos a otros, que se han sucedido en los últimos meses, fueron inquietando a la nación China que, de manera silenciosa esperaba una reconfiguración más próspera, provechosa y ventajosa con Estados Unidos. Y como China no consiguió sus objetivos dio un giro y comenzó a ver hacia el interior de su continente comenzando a gestar un novedoso acuerdo comercial que le pusiera fin a otros acuerdos de gran alcance como es la Unión Europea (UE) o el T-MEC. 
En principio muchas naciones y gobernantes no apostaron por el nuevo proyecto, ya que no se le tenía confianza debido a que consideraban que correría la misma suerte que el de la Nueva Ruta de la Seda lanzado por China en 2013 que quedó totalmente en el olvido, sin embargo el nuevo acuerdo que, liderado por China y conformado por las grandes economías del continente asiático logró ver la luz como Acuerdo de Libre Comercio denominado Asociación Económica Integral Regional, (Regional Comprenhesive Economic Partnership – RCEP) 
Dicha alianza fue firmada, durante una cumbre, en Hanói capital de Vietnam, el domingo 15 de noviembre del 2020 por los diez gobernantes de la Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN) conjuntamente con China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, lo que evidencia que las quince mayores economías de la región Asia-Pacifico han resuelto fortalecer su integración. 
Desde el momento de su surgimiento este acuerdo ha buscado erigirse como el más grande de los existentes hasta el momento ya que su proyección prevé alcanzar cifras devastadoras en divergencia con otros acuerdos. Este nuevo acuerdo cuenta con una población agregada de 2200 millones de personas que, armonizando los diferentes niveles de Producto Interior Bruto (PIB), supone un agregado de 22,14 billones de dólares, dicho acuerdo atesorará el 28 por ciento del comercio internacional, cifra que espera duplicar en los próximos años. 
Otros tratados como la Unión Europea y el T-MEC, podrán hacerle frente al gigantesco bloque, ya que el T-MEC da cuenta de un flujo comercial de 1,2 billones de dólares entre sus miembros, cifra que marca distancia alejándose en buena medida de lo que apunta China con este tratado. La UE por su parte acumula, aproximadamente, el 15 por ciento del comercio a nivel global y un PIB combinado que alcanza el 20 por ciento PIB mundial, además alcanza un elevado movimiento de mercancías. 
Los países firmantes del RCEP han puesto en función un bloque regional que, apuesta a la disminución de aranceles y a la libre circulación de productos terminados lo que se verá reflejado en mejoras y extensión de las cadenas globales de valor fundamentalmente dirigidas desde China y que tendrá alcance a toda su área de influencia y, de esta manera cederá facilidades para que los países de la región ingresen con sus mercancías a su gran mercado. 
Este tratado que pone su mirada en el multilateralismo comercial muestra un evidente suceso político en el entorno de la progresiva competencia entre Washington y Pequín por la superioridad y el control de las formas, los ordenamientos y los organismos de la economía política internacional del siglo XXI. 
Finalmente podemos plantear que, estamos en presencia de un tratado con el que China promete grandes cambios a nivel global, que busca transformar la geopolítica, el comercio mundial y las relaciones económicas internacionales, y que pretende dar la estocada final en esa guerra comercial que mantenía con los Estados Unidos. Con este tratado, Pekín espera estimular la economía del continente asiático y elevarla a niveles superiores hasta convertirla en la economía que posea la hegemonía del comercio mundial; aunque Estados Unidos se mantiene firme en no perder su condición de primera economía mundial. 

Bibliografía: 

1. Coll, F (2020). El RCEP: nace el mayor acuerdo comercial de la historia. Consultado el 20 de noviembre de 2020. Disponible en: www.economipedia.com/actual/rcep-nace-el-mayor-acuerdo-comercial-de-la-historia.html?vgo_ee=jFwqVMfDGTvof8MAhK3ulTpxdzkQNI9Lgdx Z9pnzLRY%3D

2. Statista (2020). Nace la RCEP, el mayor acuerdo comercial del mundo. Consultado el 25 de noviembre de 2020. Disponible en: www.msn.com/es-es/dinero/noticias/nace-la-rcep-el-mayor-acuerdo-comercial-del-mundo/ar-BB1b5gjD 

3. Paikin, D y Rubiolo, F (2020). Nació la RCEP, la mayor zona de libre comercio del mundo. Consultado el 17 de noviembre de 2020. Disponible en: www.infobae.com/opinion/2020/11/16/nacio-la-rcep-la-mayor-zona-de-libre-comercio-del-mundo/

domingo, 13 de septiembre de 2020

RIESGO PAÍS. EL CASO ECUADOR

De acuerdo a los escenarios políticos, económicos, sociales, tecnológicos, ambientales y legales de cada país es que se genera un nivel de riesgo determinado para las inversiones que se realizan en él. Este riesgo es determinado por ese grupo de condiciones y se lo conoce como "Riesgo País", el cual es evaluado atendiendo al dominio que cada inversionista tenga de dichos contextos. 
Cualquier estimación de riesgo formulará el grado de contingencia en caso de que se muestren perdidas, ante este escenario se debe contar con una mayor o menor necesidad de disminuir o evitar las secuelas de dicha pérdida. 
Cuando el riesgo es concerniente a un país, y el interesado en conocer su rendimiento es una entidad que busca depositar su dinero allí, ya sea como inversión financiera (préstamos) o productiva, lo que busca la entidad es examinar, mediante la rentabilidad, el grado de riesgo que tiene ese país. Si la rentabilidad que desea alcanzar al invertir no logra superar el resultado por asumir el riesgo de no lograr recobrar su inversión, entonces la entidad buscará otra forma y vía de inversión. 
Por tanto el riesgo país es un indicador que mide la capacidad con que cuenta un país para hacerle frente a sus compromisos financieros, si este aumenta representa que la economía de un país está asfixiada, también mide las perspectivas de que un estado caiga en mora en sus obligaciones crediticias. Mientras más alto, más riesgoso representa el país para los inversionistas y, por ende, los mercados cobran intereses más elevados a esos países en el momento que busca un determinado financiamiento externo. 

EL CASO ECUADOR 

Tras algunos meses de escalada, el 23 de marzo del 2020 y tan solo a poco días luego de declarar la emergencia sanitaria en el país, el indicador riesgo país logró la cifra más elevada de los últimos tiempos, llegando a 6063 puntos, esta situación creó una cierta incertidumbre de los acreedores debido a que estos temían por un posible default[1] de los bonos 2020, impago que no se llegó a ejecutar. En junio, de este mismo año, el indicador descendió a 3460 puntos, cuando inició septiembre ya se ubicaba en 2800 puntos, logrando el jueves 10 de septiembre registrar en el mercado internacional una reducción a 952 puntos lo que representa un record lograr que en solo diez días el riesgo país ecuatoriano bajara 1848 puntos en relación a la última jornada.

                                    Fuente: AMBITO.COM

Desde marzo de 2019 el riesgo país ecuatoriano no experimentaba una disminución que lo ubicara por debajo por debajo de los 1000 puntos, esta disminución estuvo determinada, en gran medida, por la negociación de las deudas en bonos, lo que generará una oxigenación a la caja fiscal a partir de este año, generando confianza y mayor credibilidad, elementos que ubican al país en una posición ventajosa ocasionándole mayores resultados en el largo plazo, no solo creará confianza sino que mejorará el riesgo país, disminuirán las tasa de interés y se estimulará la inversión. 
En las últimas semanas, el indicador está registrando reducciones importantes debido a: 
- La renegociación, por parte del gobierno, de los bonos de deuda externa en agosto del 2020, 
- El acuerdo alcanzado, a nivel técnico, para un programa de ayuda económica del Fondo Monetario Internacional (FMI) por 6500 millones de dólares, que aún debe ser aprobado, elemento que influye para una mejor calificación del manejo de las finanzas del país. 
- Ecuador no tiene obligaciones de pago en los próximos cinco años, 
- La dolarización, 
- Los indicadores de una banca estable y líquida, y 
- En el campo político, la sentencia al ex presidente Rafael Correa, hacen ver que el próximo gobierno sería más bien de centro derecha, que buscará mantener el orden en las finanzas públicas.
Pese a esta disminución del riesgo país del Ecuador, la puntuación es aun elevada si lo comparamos con otros países de la región: Venezuela tiene un riesgo país incontrolable que alcanza más de 32 mil puntos, Argentina que también renegocia su deuda la puntuación asciende a 1108 puntos, por debajo de ellos se encuentra Ecuador, pero mejor situación porcentual muestran otros países de la región como Colombia con 252 puntos y Perú con 119 puntos.
                                                                Fuente: AMBITO.COM

Las circunstancias que requiere Ecuador para mantener su indicador riesgo país acorde a los estándares internacionales, está aparejado de una profunda reforma laboral y tributaria, el manejo adecuado del presupuesto general del estado y la búsqueda de la necesaria relación entre ingresos y gastos que permitan generar superávits primarios encaminados al ahorros y con ello poder pagar los servicios de la deuda. 

CONCLUSIONES 

Si Ecuador mantiene una política de sostenibilidad de su riesgo país por debajo de mil puntos, nuevamente podría emitir bonos en el mercado internacional de valores con una mejor tasa de interés, aunque en los momentos actuales no es conveniente dado que recientemente se negoció la deuda con los tenedores de los bonos.
La disminución del riesgo país Ecuador se alcanza luego de haber registrado un delicada situación económica debido a la crisis sanitaria que generó la pandemia del coronavirus, aunque es un alivio para el estado, sin embargo el riesgo país Ecuador es el tercero más alto de la región. 

Biografía

1. Aizpurúa, JC (2020). Baja “riesgo país” Ecuador. Consultado el 13 de septiembre. Disponible en: www.ecuavisa.com/noticieros-anteriores
2. Riesgo país ecuatoriano cayó 1900 puntos anuncia presidente Lenín Moreno, Consultado el 13 de septiembre. Disponible en:
3. Tapia, E (2020). Consultado el 13 de septiembre. Disponible en:
4. Wikipedia. Riesgo país. Consultado el 13 de septiembre. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Riesgo_pa%C3%ADs#Introducci%C3%B3n

[1] Un impago o default, en finanzas, es el incumplimiento de las obligaciones legales o condiciones de un préstamo

sábado, 15 de agosto de 2020

LAS FINANZAS PERSONALES EN LA POSPANDEMIA

Cuando a finales del año 2019 China comenzó a dar cuenta de los primeros casos del Coronavirus (COVID 19) tanto científicos, estudiosos como autoridades internacionales estaban muy lejos de pronosticar el alcance, dimensión y magnitud que en pocos días tomaría, lo que hasta ese momento se consideró una situación controlada. La situación en un breve plazo se convirtió en epidemia en China y solo le bastaron horas para que se expandiera por el mundo, alcanzando el grado de pandemia.

La enfermedad del coronavirus ha tenido un fuerte impacto en la vida social y económica de la mayoría de las naciones, fundamentalmente de aquellos países más vulnerables y con sistemas de salud incapaz de dar respuestas inmediatas a grandes masas de personas contagiadas. 

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su Informe Especial COVID-19 N⁰ 4 titulado Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación, plantea que “la pandemia ha llevado a la suspensión total o parcial de las actividades productivas” y define como los sectores más afectados, el comercio mayorista y minorista; las actividades comunitarias sociales y personales; hoteles y restaurantes; actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, y las manufacturas. 

Según el Banco Mundial “alrededor de 2500 millones de personas no utilizan servicios financieros formales y el 75 por ciento de los pobres no tiene cuenta bancaria”, estas personas, generalmente subbancarizado, no está en la capacidad real de acceder a los productos y servicios que ofrece la banca tradicional 

Estos escenarios evidencian lo poco preparado que están los estados, instituciones, las familias y las personas en general ante fenómenos de tal magnitud, ninguno de estos actores estaban preparados para hacerle frente a tal fenómeno. También nos ha demostrado la fragilidad de los servicios financieros, la inoperancia en la adquisición de los nuestros productos y la ineficacia en la prestación de servicios, obviando hasta ese momento la valía, importancia y trascendencia que los servicios en línea nos pueden aportar. 

Las autoridades sanitarias internacionales han estado alertando sobre realidad inminente de rebrotes de coronavirus o el surgimiento de nuevas enfermedades y contagios y cabría preguntarnos: ¿Aprendimos la lección, estamos hoy más preparados?, las respuestas pueden ser diversas en cuanto a calidad y cantidad y es por ello que desde las finanzas personales vamos hacer un acercamiento a algunas lecciones que debemos aprender para futuras contingencias. 

1. ¿Cómo actuar ante eventualidades sanitarias, climatológicas, ambientales, sociales, entre otras? 

- Evitar las compras nerviosas: Por muy difícil que se presente la situación no es recomendable acumular grandes cantidades de alimentos, materiales de aseo, entre otros recursos, ya que esto lo único que provoca es escases, incremento de los precios y el desembolso de un dinero que en el futuro se pueda necesitar. 

- Disminuir gastos: Se deben establecer prioridades, otorgándole preferencias a lo que consideremos más urgente y luego lo trascendental. En estas eventualidades sanitarias los gastos innecesarios toman mayor relevancia si se considera como una forma de precautelar nuestro dinero, siempre que sea posible, se debe guardar dinero para cubrir circunstancias inesperadas en el futuro. 

- Evitar el endeudamiento: Existen alternativas financieras ventajosas para mitigar esta situación, el abanico de posibilidades se debe analizar de manera detallada para no llegar a la quiebra, antes que logremos superar la situación existente. 

2. Considerar el dinero digital como una opción de primer orden 

En los tiempos de coronavirus quien mantuvo al sistema financiero y a la economía internacional funcionando fue el comercio electrónico, esto permitió que gran parte de las personas que no lo consideraban una opción de primer orden comenzaron a verlo con gran expectativa. 

Esto nos permitió que migráramos con gran rapidez de la banca tradicional a la banca electrónica sin grandes contratiempos, bajo este sistema en línea y mediante transacciones digitales aprendimos hacer nuestras compras, hacer nuestros pedidos desde casa, a pagar los servicios y hasta realizar trámites puramente burocráticos. 

Según Mónica Hernández, directora de Seguridad de la Información en Banco Sabadell, “Ante las medidas de confinamiento hemos tenido que migrar antes de lo esperado hacia la aplicación de herramientas que la transformación digital ofrece, y, aunque son una gran alternativa, es necesario saber que esto requiere más atención, específicamente en cuanto a la seguridad de la información”. 

La directora además alerta de algunas medidas para fortalecer las acciones de sospecha ante estafas y hurtos, en momentos, como estos, en que las operaciones bancarias digitales comienzan a tomar notoriedad: 

- Verifica siempre la red desde la que te conectas y la autenticidad de los sitios que visitas. El candado cerrado a un lado de la URL es el mejor indicio de que navegas seguro. 

- No coloques tus contraseñas en lugares visibles, esto incluye las notas de tu teléfono y equipo de cómputo. 

- Aunque parezca evidente, no entregues información por ningún medio a desconocidos. Recuerda que ningún banco te solicitará datos personales a través del correo o teléfono. 

- Un buen hábito es revisar diariamente los movimientos de tus cuentas mediante tu aplicación móvil. Puede ser un poco engorroso al principio pero no te lleva más de dos minutos y con eso podrás prevenir y solucionar a tiempo cualquier problema. 

- Mantén la comunicación con tu banco, acércate a atención a clientes para cualquier duda o aclaración. Utiliza siempre canales oficiales. 

3. La necesidad de ahorrar 

Con la pandemia del coronavirus la historia nos ha demostrado que ahorrar sigue siendo la mejor opción para el corto, mediano y largo plazo, es la respuesta para lo que continuamente hemos deseado y, sobre todo, para lo que nunca sabemos. Y aun siendo ahorrativos, resulta muy complejo determinar en qué momentos surgen los imprevistos que alteren nuestros patrones de conducir y llevar nuestras finanzas personales y la economía de la familia. 

Otras alternativas a considerar para que en situaciones excepcionales nuestras finanzas personales no toquen fondo son 

- Examina tus gastos fijos mensuales. Es el primer paso para que en situaciones de emergencias nuestros fondos personales sea el equivalente a tres meses de estos egresos. 

- Renueva tu fondo. Una vez definido el equivalente a tres meses de tus gastos fijos, podríamos decir que tu respaldo financiero para emergencias está listo. Pese a la tentación trata de no ocuparlos, si no por el contrario, busca aumentarlo siempre que tus gastos fijos se incrementen. 

- Multiplica por tres los recursos que destinados para: alimentos, alquiler, renta, gas doméstico, colegiatura, transporte, electricidad, internet (sin olvidar ninguna de tus obligaciones mensuales) para que obtengas tu cantidad meta. 

- Determina un monto específico a gastar mensualmente, semanal o quincenal y trata de no superarlo para que al cierre de mes no te sorprendas. 

4. Elegir el banco que mejor considere para administrar sus ahorros 

Los individuos deben buscar qué institución financiera le otorga las mejores opciones para administrar sus ahorros. De esta manera la oferta de servicios financieros deben ayudar a administrar de manera adecuada su dinero y que disminuyan de manera considerable los costos financieros. Existen bancos que ofrecen varios servicios financieros al cliente que le permiten reducir costos y ahorrar de manera eficiente. 

Al elegir su banco debe indagar de manera inmediata la calificación de riesgo que tenga la institución, conocer esa información le otorgará garantía del grado de cumplimiento que tendrá la institución financiera de sus deberes contractuales. 

Conclusiones 

Cada uno de nosotros de manera individual tenemos conciencia del rigor con que debeos llevar del control financiero personal, enseñanza que nos dejó la pandemia del coronavirus, pese a lo difícil y complejo de la situación debemos estar preparados para iniciar nuevamente y salir adelante. 

Con una visión de futuro, el escenario no se muestra alentador, y florecen preguntas tales como ¿Qué tipo de crisis vendrá después de la pandemia? ¿Su incidencia y repercusión será peor a la del COVID 19? ¿El comportamiento humano seguirá siendo el mismo? Y la gran pregunta es ¿Será la humanidad la misma? 

Bibliografía: 

1. Impactos de la pandemia en los sectores productivos más afectados abarcarán a un tercio del empleo y un cuarto del PIB de la región. Consultado el 22 de julio de 2020. Disponible en: www.cepal.org/es/comunicados/impactos-la-pandemia-sectores-productivos-mas-afectados-abarcaran-un-tercio-empleo-un

2. Sectores y empresas frente al COVID-19: emergencia y reactivación. Consultado el 22 de julio de 2020. Disponible en: https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/45734/4/S2000438_es.pdf

3. El renacer de tus finanzas personales. Consultado el 22 de julio de 2020. Disponible en: https://elpais.com/economia/2020/08/01/actualidad/1596317860_487643.html

4. COVID-19: las lecciones que nos deja en las finanzas personales. Consultado el 22 de julio de 2020. Disponible en: www.revistagestion.ec/tu-dinero-analisis/covid-19-las-lecciones-que-nos-deja-en-las-finanzas-personales

5. La inclusión financiera: el desafío de la economía pospandemia Consultado el 22 de agosto de 2020. Disponible en: www.cronista.com/finanzasmercados/La-inclusion-financiera-el-desafio-de-la-economia-post-pandemia-20200623-0066.html

viernes, 31 de julio de 2020

PANDEMIA ACENTÙA LA CRISIS ALIMENTARIA EN EL MUNDO

La llegada del coronavirus ha agravado la problemática del hambre en el mundo, las restricciones impuestas para hacerle frente a la pandemia ha llevado al extremo las necesidades de los más pobres. La crisis alimentaria actual amenaza con incrementarse este año, de 47 a 54 millones el número de niños que pasan hambre en el mundo. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reporta que más de 300 niños mueren cada día por falta de alimentos y que los índices de desnutrición amenazan a siete de millones de menores de cinco años.
En algunos países de África Subsahariana el trabajo agrícola se paralizó por completo lo que evidencia que no habrá cosechas y mucho menos alimentos disponibles para el consumo. En Burkina Faso, país del Occidente Africano, se espera que el número de niños desnutridos se incremente este año hasta cinco veces, hay niños que en poco tiempo han perdido la mitad de su peso, sus madres también sufren malnutrición. 
Situación muy parecida tienen países como Irak, Siria, Sudan del Sur, Somalia, Afganistán y Yemen donde la tragedia de la guerra se sumó a la pandemia. Recientemente en Yemen, se conoció del caso de un niño con seis libras de peso con tan solo siete meses (lo que debe pesar un recién nacido). 
América Latina no está exenta de esta problemática global, la hambruna y la pobreza son dos males que se han apoderado del continente de manera drástica y en grandes proporciones con la llegada del coronavirus, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) la emergencia sanitaria elevaría de tres a catorce millones la cifra de personas en la región que tendrán problemas para acceder a los alimentos, el confinamiento obligatorio dejó a millones sin empleo dificultando el acceso a la a los alimentos. 
David Besaley director del PMA señaló que si no nos preparamos y actuamos ahora para asegurar el acceso a los alimentos podríamos enfrentar múltiples hambrunas en unos pocos meses, se reportan unas 330 muertes diarias por hambre, son 10 mil niños cada mes y otros siete millones menores de cinco años se enfrentan a la desnutrición por efectos de la para económica por la pandemia. La hambruna comienza a golpear la región como lo revelan los datos del PMA, en el 2019 tres millones de personas en América Latina padecieron hambre, pero este año con las restricciones impuestas se esperan que incrementen a 14 millones.

Fuente: Programa Mundial de Alimentos-Organización de Naciones Unidas. 2020


En Brasil, el segundo país más golpeado por el coronavirus los habitantes de las favelas se organizaron para llevar alimentos a las casas durante el confinamiento, aun así no llegaban a todas las familias y por eso era usual ver a muchas personas en las calles violando la cuarentena, en otros casos como en Chile los barrios organizaron ollas comunes para asegurarse que adultos y niños se alimenten por lo menos una vez al día. 
Para evitar que el coronavirus y el hambre se enquisten en América Latina se necesitan acciones emergentes porque de lo contrario ambos fenómenos desestabilizarían políticamente la región, se desatarían migraciones masivas, se agudizaría el deterioro económico y muchas personas morirán de hambre además de hacerlo por el coronavirus. 
Las víctimas de la hambruna son gran parte de la fuerza laboralmente activa de América Latina, son trabajadores informales, comerciantes y nuevos pobres que han quedado sin trabajo, debido a la pandemia.

Bibliografía: 

1. Gonzales, M (2020). Crisis del hambre se agudiza en Latinoamérica debido a la pandemia. Consultado el de julio. Disponible en: www.ecuavisa.com/noticieros-anteriores
2. Jiménez, P (2020) Hambre en tiempos de pandemia matará a 128 mil, según la ONU. Consultado el de julio. Disponible en: www.ecuavisa.com/noticieros-anteriores

sábado, 27 de junio de 2020

TECONOMÍA, LO QUE NOS DEJA EL CORONAVIRUS

El inicio del presente siglo se ha visto inmerso en un entramando de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, discrepancias que finalizaron con una ardua guerra comercial entre ambas potencias. Estas divergencias alteraron la cadena de suministros a nivel mundial y obligaron a muchas empresas a acercar parte de su producción a los hogares, este proceso se ha visto favorecido con los avances tecnológicos que a su vez han reducido la necesidad de mano de obra barata. 
Bajo este escenario, el año 2020 ha sido testigo de una nueva guerra y no precisamente comercial, en este caso se trataba de luchar por la salud y la supervivencia de las fuerzas productivas de la sociedad, obligando a realizar cambios significativos en la hoja de ruta de la humanidad moderna, el primer día luego de finalizada la pandemia los hábitos, costumbres y formas de las personas conducirse no volverán a ser como antes, en dicha transformación juega un papel importante la economía como elemento dinamizador de la sociedad. 
El coronavirus y el obligatorio confinamiento han acelerado de manera considerable la digitalización de las relaciones productivas y comerciales de la economía mundial, con una mayor tendencia hacia la producción de bienes y servicios focalizados en la disminución de las fuerzas laborales y en el cambio hacia la eficiencia productiva cerca de casa. 
De lo que se trata es de sustituir grandes cantidades de mano de obra poco calificada por capital y pequeñas cantidades de mano obra semicalificada o calificada, y de lograr un mayor vínculo entre el desarrollo tecnológico y económico, vínculo que muchos autores han denominado “teconomía” (digitalización de la economía global) que necesariamente está cambiando las relaciones laborales, esta innovadora manera de trabajar debe ser vista desde dos dimensiones, el considerable aumento, alcance y dimensión del internet y el desarrollo acelerado de la información que promoverán los cambios digitales. 
Los niveles de aceptación de la tecnología en el desarrollo económico están comenzando a elevar su curva, demostrando la urgencia de la penetración analógica en las relaciones económicas y comerciales mundiales, la economía del conocimiento comienza a jugar un papel más protagónico para el desarrollo de muchos países y no resultaría apresurado considerar que en los próximos años la teconomía logrará su universalización, logrando un crecimiento acelerado que pueda superar, hasta diez veces más, el actual. 

Bibliografía: 

1. Teconomía, lo que vendrá para la economía mundial después del coronavirus. Consultado el 22 de junio de 2020. Disponible en: www.elfinanciero.com.mx/mundo/teconomia-lo-que-vendra-para-la-economia-mundial-despues-del-coronavirus


sábado, 30 de mayo de 2020

LA DINAMICA LABORAL LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Hacerle frente a fenómenos como la pobreza, desigualdad y el desempleo continúa siendo una tarea pendiente para los países de América Latina y el Caribe, factores que amplían las grandes brechas entre las diferentes clases sociales y generan efectos desbastadores en nuestro continente en los últimos diez años, el área muestra signos de vulnerabilidad, estancamiento y retroceso económico ya que la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región sufrió una disminución del 6 al 0,2 por ciento; la peor caída desde los años 50 del siglo pasado que fue de 0,4 por ciento. 
Bajo este escenario tan complejo, a finales del año 2019 una grave epidemia de coronavirus (Covid-19) sorprendió a la humanidad, iniciando por la provincia China de Wuhan y convirtiéndose en pandemia rápidamente, la que generó de inmediato una mezcla de conflictos tanto externos como internos para el continente, los que se convierten en la causa fundamental para la mayor crisis económica y social de la región en décadas. 
Según pronósticos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), se espera que la actividad económica de la región se contraiga el 5,3 por ciento al cierre del 2020, la que se puede extender según sea la dinámica de la pandemia y de cómo se cumplan las medidas de distanciamiento físico, lo que puede provocar que la contracción sea mayor a la estimada. 
El desplome del PIB, también generará efectos negativos en el mercado de trabajo para el 2020, la tasa de desempleo proyecta un incremento de al menos 3,4 puntos porcentuales, pudiendo llegar a valores del 11,5 por ciento, lo que se puede traducir en más de 11,5 millones de nuevos desempleados y peor sería la situación, para este sector, si se agudiza la contracción económica. 
Según cálculos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus y las medidas de confinamiento generarán para el segundo trimestre de este año, una pérdida aproximada del 10,3 por ciento de las horas de trabajo, lo que representa la pérdida de 31 millones de puestos laborales a tiempo completo (tomando como base una jornada laboral de 8 horas diarias). 
Muchos hogares latinoamericanos y caribeños viven del trabajo informal como fuente fundamental de sus ingresos diarios, que unido al incremento del desempleo, generarán un evidente detrimento de la calidad del empleo, llegando la tasa media de informalidad laboral a un 54 por ciento aproximadamente, según estimaciones de la OIT. 
La mayoría de estos trabajadores no cuentan con acceso a servicios de salud de calidad y, debido a las particularidades de su trabajo, el riesgo al contagio es mayor, de igual forma, sus ingresos son habitualmente bajos, por lo que disponen de una capacidad de ahorro bastante restringida para hacerle frente a los extensos periodos de inactividad laboral, de igual manera no disponen de fuentes alternas de ingresos, y menos aún, de los seguros de desempleo, que de manera general se aplican al trabajo formal. 
Estos elementos tendrán efectos negativos en el comportamiento y la dinámica de la pobreza y la desigualdad, alejándose la región cada vez más, de alcanzar los compromisos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La CEPAL calcula que para el año 2020 la tasa de pobreza aumentaría hasta un 4,4 por ciento y la pobreza extrema se incremente en 2,6 por ciento con respecto a 2019. Esto evidencia que la pobreza llegará al 34,7 por ciento de la población latinoamericana (214,7 millones de personas) y la pobreza extrema alcance el 13 por ciento (83,4 millones de personas). El incremento acelerado de estos indicadores generará una gran divergencia entre los países latinoamericanos y caribeños, creando incrementos del índice de Gini de entre el 0,5 y el 6,0 por ciento. 
En diversos países de la región el desarrollo del trabajo en espacios públicos es elevado, por lo que la posibilidad de que existan las condiciones higiénicas - sanitaria es muy limitada. Por ello se hace necesario que se adopten programas de formación y educación en los diferentes componentes de seguridad y salud para todas aquellas personas que necesariamente forman parte del mundo laboral, y de esta manera hacerle frente a un eventual rebrote del virus. 
La urgencia de una mayor inclusión en aquellos elementos de la seguridad y la salud debe convertirse en las bases para el gradual retorno a la actividad laboral, sin perder de vista que el distanciamiento físico es una medida adoptada para disminuir la transmisión y con el adecuado cuidado en los desplazamientos desde y hacia los puestos de trabajos, ya sea en el espacio empresarial así como en el de su cadena de suministro. 
La actual crisis ha puesto de manifiesto que los retos estructurales del mundo laboral deben ser resueltos; en este contexto, el intercambio y el dialogo social entre gobierno nacional, empleadores y empleados juagarán un papel determinante para lograr el adecuado consenso y llegar a la adopción de políticas que se apliquen de inmediato, pero de manera eficiente. 
La dinámica del mercado de trabajo, debe estar encaminada a la implementación de políticas, logrando que los países latinoamericanos y caribeños protejan tanto el empleo formal como el informal, precautelar los ingresos y preservar al sector productivo. De igual forma se debe continuar el análisis para la reanimación del sector productivo en el escenario posterior a la pandemia, por lo que resulta trascendental la adopción de políticas que le otorguen total garantía laboral a todos los trabajadores de la región. 

Bibliografía: 

1. CEPAL y OIT analizan los desafíos laborales en América Latina y el Caribe tras la pandemia del COVID-19. Consultado el 27 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.cepal.org/es/noticias/cepal-oit-analizan-desafios-laborales-america-latina-caribe-tras-la-pandemia-covid-19

2. Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Consultado el 27 de mayo de 2020. Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones/45557-coyuntura-laboral-america-latina-caribe-trabajo-tiempos-pandemia-desafios-frente

3. CEPAL y OIT analizan los desafíos laborales en América Latina y el Caribe. Consultado el 27 de mayo de 2020. Disponible en: https://es.travel2latam.com/nota/60312-cepal-y-oit-analizan-los-desafios-laborales-en-america-latina-y-el-caribe

viernes, 15 de mayo de 2020

LA ENCRUCIJADA DE LA REAPERTURA ECONÓMICA DEL ECUADOR

Desde que Ecuador asumió el inevitable y sensato confinamiento generado por la pandemia del Covid-19, comenzó a observarse un peligro latente para el decadente sector productivo nacional y para aquellos hogares de clase media y baja ecuatoriana. Al asumir con entera responsabilidad el necesario llamado de aislamiento, no era el momento propicio de pensar en cómo se reactivaría la economía, sino de cómo paralizar la curva ascendente de muertos y contagio. 
Luego de días y meses en cuarentena y atendiendo al llamado de la alta dirección del gobierno nacional se comienza a hablar del inicio de una reanimación económica que permita la formulación de políticas encaminadas a apoyar al sector empresarial privado, pero sin embargo la realidad es otra, el país se ha dado a la tarea de generar más impuestos a las personas y a las empresas, sin tener en cuenta que ya las cargas tributarias son suficientes, en un país con una alta cota de ineficiencia. 
El necesario acuerdo nacional para salir de la crisis, no aportará ningún resultado favorable si se continúa imponiéndole más obligaciones al sector privado, ya que más impuestos representa menos liquidez lo que se convierte a la vez en menos capital de trabajo, menos capacidad de consumo, mayor desempleo y menor recaudación tributaria. La fórmula planteada por el gobierno no funcionará si se deja planteada como hasta ahora y es que el gobierno busca rescatar al estado y no a las fuentes que producen dentro del estado. Hecho que creará un círculo vicioso y una prolongada recesión económica. 
La gran pregunta de hoy es, ¿cuándo tendremos una apertura económica y cuándo terminará el confinamiento social?, ya que existe una contradicción entre la ampliación del estado de excepción por 30 días más, planteado por el gobierno nacional a partir del 16 de mayo y la urgente necesidad del país de regularizar sus actividades de producción y servicios, dicha contradicción se agudiza aún más con la decisión del presidente de delegar dicho retorno a los municipios autónomos del Ecuador, disposición que debe ser única e indelegable del presidente de la nación.
En la actualidad, el país requiere de políticas económicas expansivas que diversifiquen la producción e incentive los reglones exportables, que beneficien el crecimiento de la demanda agregada y mantengan a resguardo el aparato productivo y si el estado no está en la capacidad de remunerar e indemnizar al sector privado por todo lo que este ha aportado a través de los años, que al menos le permita su reanimación con más trabajo dentro en un escenario más benevolente y amistoso. 
La realidad demuestra con demasiada sabiduría que mientras más se extienda el aislamiento social mayor será el daño a la economía nacional, la quiebra ya comienza a ser una opción para muchas empresas. El desempleo ya suma miles de víctimas, estos elementos, entre otros, tienen a la economía ecuatoriana en un coma inducido, por lo que el gobierno nacional debe presentar de manera urgente las vías, formas y métodos que permitan el regreso progresivo a las actividades productivas. 

Bibliografía: 

1. Granja, W. (2020) El aislamiento y la economía. Consultado el 14 de mayo, disponible en: www.elcomercio.com/opinion/wilson-granja-portilla-aislamiento-economia.html

martes, 28 de abril de 2020

EL GRAN CONFINAMIENTO: CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL DEL 2020, GENERADA POR LA PANDEMIA DEL CORORNAVIRUS

La primera plaga[1] de la cual la historia de la humanidad tiene registros es la de Atenas (actual Grecia) en el año 430 a. C, a partir de ese momento el mundo ha transitado por muchas otras que han puesto en peligro la supervivencia humana en la faz de la tierra, cuatro de las más letales que se tiene conocimiento han sido: La Peste Negra[2] (1342–1353), La Viruela[3] (año 10000 a. C), La Pandemia de Gripe de 1918[4] (1918-1920), también denominada incorrectamente gripe española y el VIH/SIDA[5] (1900), hasta llegar a nuestros días con el coronavirus (Covid-19)[6], pandemia que nos ha obligado a vivir una asombrosa calamidad desde que China reportara el primer caso, enfermedad que de manera trágica, ha cobrado la vida de cientos de miles de personas en el mundo.La emergencia por coronavirus ha impuesto a los países una ineludible cuarentena y a poner en prácticas políticas de aislamiento y distanciamiento social para hacerle frente a la pandemia y lograr desacelerar el contagio, lo que ha hecho que el mundo entre en un confinamiento, llevando con gran rapidez, y en dimensiones nunca antes vistas, a la paralización de las actividades económicas y de servicios, embotamiento sin precedentes en la humanidad. Estos elementos conducen a una contracción económica en la que no hay culpables ni responsables, el confinamiento se pone de manifiesto en situaciones en que cientos de miles de millones de personas en todo el mundo están retiradas en sus hogares, aislamiento necesario que le permite a los sistemas sanitarios dar la oportuna respuesta a la progresiva demanda de sus servicios y para que los científicos continúen en la incesante búsqueda de diferentes alternativas (tratamientos, vacuna). 
Atendiendo a que estamos en presencia de un ciclo económico en el que se da un periodo de escases en la producción, comercialización y consumo de productos y servicios, podemos aseverar que estamos en presencia de una nueva crisis económica mundial, crisis que se le da dado el nombre de “El Gran Confinamiento” (The Great Lockdown, en Inglés), este término está en correspondencia con otras crisis que existieron con anterioridad, como “La Gran Depresión”[7] de los años 30 (del siglo pasado) y “La Gran Recesión”[8] del 2009. 
El término “El Gran Confinamiento” fue acuñado por primera vez por la economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath el martes 14 de abril del 2020 al mostrar las últimas conjeturas del fondo para la economía mundial. La actual crisis económica mundial es un resultado directo de este confinamiento impuesto para combatir el coronavirus. 

Bibliografía: 
1. La crisis económica de 2020 ya tiene nombre: El gran confinamiento. Diario El Comercio. Consultado el 26 de abril del 2020. Disponible en: www.elcomercio.com/actualidad/crisis-economica-2020-gran-confinamiento.html
2. El gran confinamiento: La peor desaceleración económica desde la gran depresión. Consultado el 26 de abril del 2020. Disponible en: https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=13190
3. La crisis de 2020 tiene nombre: “El gran confinamiento” Consultado el 21 de abril del 2020. Disponible en: www.elcomercio.com/actualidad/crisis-economica-2020-gran-confinamiento.html

Referencias bibliográficas:
[1] La plaga de Atenas o peste de Atenas fue una epidemia devastadora que afectó principalmente a la ciudad-estado de Atenas en el año 430 a. C., en el segundo año de la Guerra del Peloponeso. Se cree que debió llegar a Atenas a través de El Pireo, el puerto de la ciudad y única fuente de comida y suministros. 
[2] La peste negra o muerte negra se refiere a la pandemia de peste más devastadora en la historia de la humanidad que afectó a Eurasia en el siglo XIV y que alcanzó un punto máximo entre 1347 y 1353 
[3] Fue una enfermedad infecciosa grave, contagiosa y con un alto riesgo de muerte, causada por el virus Variola virus. 
[4] Fue una pandemia de gravedad, causada por un brote del virus Influenza A del subtipo H1N1.​ 
[5] Es consecuencia de la difusión del virus de inmunodeficiencia humana alrededor del mundo. La presencia del virus está documentada en la mayor parte de los países del planeta, pero las tasas de prevalencia varían de país en país. 
[6] La enfermedad por coronavirus (COVID 19) es una ‎enfermedad infecciosa causada por un ‎coronavirus recientemente descubierto. ‎ 
[7] La Gran Depresión, también conocida como Crisis del 29, fue una gran crisis financiera mundial que se prolongó durante la década de 1930, en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial. 
[8] Crisis económica mundial que comenzó en el año 2008, que tuvo su origen en los Estados Unidos

domingo, 29 de marzo de 2020

EL CORONAVIRUS EXPLICADO DESDE LA TEORÍA KEYNESIANA “ESPÍRITUS ANIMALES”

El desplome de la burbuja inmobiliaria[1] en Estados Unidos en el año 2006 y la llamada crisis de las hipotecas subprime[2] fueron los antecedentes de lo que más tarde fuera la crisis financiera global del 2008, de dicha crisis primeramente se contagió el sistema financiero de Estados Unidos y a los pocos meses, como un efecto dominó, el internacional, dejando como consecuencias graves problemas de liquidez y generando serias deformaciones en el Sistema Económico Internacional, como las crisis alimentaria, global, medioambiental y derrumbes financieros (como la crisis bursátil de enero de 2008 y la bursátil mundial de octubre de 2008). 
En medio de una crisis generada por la epidemia de coronavirus, a inicios de marzo de 2020 las bolsas del mundo asistieron a una jornada legendaria e histórica que provocó graves desajustes en las finanzas globales. En la jornada, los precios del petróleo cayeron hasta un 30 por ciento, la mayor caída en un día desde la Guerra del Golfo en 1991, luego de que las conversaciones entre Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) no mostraran ningún saldo positivo. 
En Wall Street el Índice Dow Jones[3] retrocedió un 7,8 por ciento, mientras que el Índice Standard & Poor's 500 (S&P 500)[4] se derrumbó un 7,6%, en la peor jornada bursátil desde la crisis financiera de 2008. Todos estos derrumbes lo único que le han dejado a la humanidad, es que, lo que originalmente se percibía como una gran crisis sanitaria se ha transformado en una crisis de confianza ejerciendo presión e influenciando directamente en los desplomes de las bolsas en los últimos días. 
Las respuestas a toda esta volatilidad la encontramos en las obras que nos legara el economista británico John Maynard Keynes (1883-1946), considerado como uno de los economistas más influyentes del siglo XX y quien dedicara gran parte de obra al estudio, análisis y comprensión de las crisis financieras. 
El termino espíritus animales es un vocablo que Keynes utilizó 1936 en su libro Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero para referirse a como la emoción y el afecto inciden en la conducta humana y que es medible en términos de la confianza de los consumidores. La confianza es generada y proveniente espíritus animales. 
La cita original de Keynes plantea lo siguiente. Aun haciendo a un lado la inestabilidad debida a la especulación, hay otra inestabilidad que resulta de las características de la naturaleza humana: que gran parte de nuestras actividades positivas dependen más del optimismo espontáneo que de una expectativa matemática, ya sea moral, hedonista o económica. Quizá la mayor parte de nuestras decisiones de hacer algo positivo, cuyas consecuencias completas se irán presentando en muchos días por venir, sólo pueden considerarse como el resultado de los espíritus animales —de un resorte espontáneo que impulsa a la acción de preferencia a la quietud, y no como consecuencia de un promedio ponderado de los beneficios cuantitativos multiplicados por las probabilidades cuantitativas. (Keynes, 2001) 
Como se observa, el término espíritus animales le permitió a Keynes explicar la manera en que el comportamiento humano incidía en la economía, el término enfatiza en que no es posible elaborar modelos económicos previsibles o diseñar configuraciones fundadas en indicadores, como es la confianza. Keynes en su obra muestra con gran claridad cómo influye el comportamiento humano en las tendencias, inclinaciones, pensamientos, ideologías, emociones y desconciertos en el desarrollo y comportamiento de la economía, dejando claridad notoria del comportamiento desmedido, intuitivo y emocional de los individuos y como estos de una manera u otra están presente en sus decisiones económicas más apremiantes. 
En la misma manera en que la confianza perturba las decisiones de consumo o de inversión, los espíritus animales, según Keynes, estarían influenciando en la marcha de la economía, ejemplo de ello fue cuando en el 2008 hubo una desaparición escabrosa e imprevista de liquidez en los mercados monetarios internacionales, lo que sacó a flote los efectos demoledores de lo que una súbita pérdida de confianza puede generar para la economía mundial. 

¿Ante el coronavirus también está fallando la confianza? 

El coronavirus se expande por todo el mundo a pasos agigantados y hasta ahora el hombre poco ha podido hacer para detenerlo y mucho menos contrarrestarlo, algunos estudiosos, economistas y científicos están haciendo las primeras estimaciones del impacto de la pandemia sobre la economía internacional, apreciaciones que no trasmiten optimismo alguno, elementos que nos hacen asomarnos a un panorama totalmente incierto si lo vemos desde las trascendencia de las consecuencias económicas y financieras que dejará la pandemia y por sobre toda las cosas por la desaceleración de la fábrica del mundo, China 
No solo por el pánico, sino también haciendo oídos a las autoridades, los chinos han aceptado quedarse en casa, por su propia salud y por evitar la propagación del virus, pero esto a su vez representa una menor producción, la que se ve reflejada en una caída estrepitosa del consumo y en la demora para la entrega de pedidos, estos elementos, irremediablemente desacelerarán el crecimiento económico previsto para el años 2020 y en dichos resultados el coronavirus tiene mucho que decir. 
El gran temor mundial es que China arrastre a otras economías a la debacle, dada la situación insostenible de los mercados financieros y la gran incertidumbre que refleja la curva de la economía mundial y finalmente se de una inminente recesión global. 

¿Serán los bancos centrales los salvadores? 

Las recesiones del 2001 y 2008 fundamentalmente, se caracterizaron por una falta de demanda, pero el gran desafío que nos impone el coronavirus involucra aspectos como una menor demanda y la limitación en las cadenas de abastecimiento, escenario demanda de los bancos centrales una intervención pero de manera urgente, intromisión que debe estar encaminada a calmar a los mercados e impedir que los problemas de liquidez se transformen en problemas de solvencia, lo que traería consigo una cascada de quiebras empresariales y un alto índice de desempleados. 
Los bancos centrales, necesariamente tendrán que aportar soluciones que ayuden a palera la situación de cada país, pero las soluciones serán muy limitadas, con respecto a la situación que tenían en los momentos en que ayudaron a solventar la crisis del 2008, actualmente los riesgos mundiales son tan eminentes que algunos bancos se mostrarán incapaces de aportar soluciones verdaderamente eficaces. Lo que está ante nuestros ojos es una fuerte resistencia de los mercados a un escenario de dimensiones sorprendentes e imprevisibles 

Bibliografia: 

1. Crisis financiera del 2008. Consultado el 04 de marzo de 2020. Disponible en: www.es.wikipedia.org/wiki/Crisis_financiera_de_2008
2. John Maynard Keynes. Consultado el 5 de marzo de 2020. Disponible en: www.es.wikipedia.org/wiki/John_Maynard_Keynes
3. Keynes, JM. (2201). Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, Argentina: Fondo de Cultura Económica, Tercera edición, 2001, pp. 141. 

Referencias bibliográficas

[1] Así se conoce al avance, en la mayoría de los países industrializados occidentales, de los precios de los bienes inmuebles muy por encima de los del resto de bienes y servicios, materializado en dos oleadas o impulsos durante las dos décadas que van desde mediados de los años 1980 hasta mediada la primera década del siglo XXI, con la consiguiente fractura generacional que ello genera al involucrar un bien básico de consumo obligatorio como es la vivienda. 
[2] Fue una crisis financiera, por desconfianza crediticia, que como un rumor creciente, se extendió inicialmente por los mercados financieros de Estados Unidos y fue la alarma que puso en el punto de mira a las hipotecas basura de Europa desde el verano del 2007, evidenciándose al verano siguiente con la crisis financiera de 2008. Generalmente, se considera el detonante de la crisis económica de 2008-2015 en el plano internacional, incluyendo la burbuja inmobiliaria en España. 
[3] Es la expresión con la que se puede traducir al español el nombre del Dow Jones Industrial Average, uno de muchos índices bursátiles creados por Charles Henry Dow, editor del periódico The Wall Street Journal durante el siglo XIX y co-fundador de la empresa Dow Jones & Company