jueves, 6 de septiembre de 2018

VENEZUELA VIVE UNO DE LOS PEORES PROCESOS INFLACIONARIOS DE LA HUMANIDAD

En los momentos actuales Venezuela atraviesa uno de los peores eventos hiperinflacionarios de los cuales tenga registro la humanidad moderna, luego de que culminara la Segunda Guerra Mundial. 
Según declaraciones de Steve Hanke uno de los mayores conocedores de hiperinflación en la actualidad, quien también es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, el pasado Agosto los precios en Venezuela alcanzaron un nuevo tope inflacionario el que se elevó a un 65 mil por ciento anual. 
El profesor Hankes, fue uno de los creadores de la Tabla de Hiperinflación Mundial, mecanismo de evaluación al que Venezuela se incorporó en noviembre de 2016 y desde su incorporación los resultados hiperinflacionarios de los precios en bienes y servicios venezolanos se incrementaban de manera acelerada a un ritmo de 219 por ciento por mes, dicha tabla reveló también que estos se duplican cada 18 días. 
El proceso hiperinflacionario venezolano se complejiza aún más cuando se desarrolla en un escenario de aguda escasez de recursos básicos como alimentos y medicamentos que obliga a los ciudadanos a emplear grandes cantidades fajos de billetes para solventar diariamente sus necesidades más elementales. 
El mandatario Nicolás Maduro ha puesto en circulación una nueva moneda (bolívar soberano) que lo único que ha hecho es eliminar tres ceros a los billetes anteriores, crear más confusión en los ciudadanos, continuar con el acelerado incremento de los precios, no generarle ningún beneficio al pueblo trabajador y sin embargo el país continua con más hiperinflación. 
Según declaraciones del profesor Hanke, a la redacción de BBC News, en el mundo han existido 58 eventos hiperinflacionarios, cifra en la cual ya está incluida Venezuela, resaltando como la más crítica de la región y en el mundo en la actualidad.
A continuación presentamos una síntesis de las cinco peores crisis que han existido en el mundo, antes de Venezuela y como estos países lograron salir de ella: 
Zimbabue, 2008 
Tasa de inflación diaria del 98 por ciento 
Los precios se duplicaban cada 25 horas
Tras aplicar a finales de los 90 una reforma agraria polémica que incluía la expropiación de tierras que pertenecían a hacendados blancos, Zimbabue sufrió un agudo declive agrícola. 
La situación empeoró debido a una costosa intervención en la Guerra del Congo en 1998 y a los efectos de las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea le impusieron en 2002 al gobierno del entonces presidente Robert Mugabe. 
En los años siguientes, los precios empezaron a subir. En noviembre de 2008, la inflación había alcanzado una tasa mensual de 79.000.000.000 por ciento. 
Las tiendas incrementaban los precios varias veces al día. Esta caída económica se tradujo para la población en frecuentes recortes de agua y energía, colas en los bancos y gasolineras, y una grave escasez de comida en los supermercados. 
Muchos cruzaban la frontera a Sudáfrica o Botsuana para comprar bienes de primera necesidad y el dólar estadounidense y el rand sudafricano se convirtieron en divisas de facto. 
En 2009, el Banco de la Reserva de Zimbabue dejó de usar la moneda nacional y adoptó la estadounidense y la sudafricana. 
República Federal de Yugoslavia, 1994 
Tasa de inflación diaria del 65 por ciento 
Los precios se duplicaban cada 34 horas 
Yugoslavia era un país formado tras la Primera Guerra Mundial por la unión de Bosnia y Herzegovina, Croacia, Macedonia, Montenegro, Serbia y Eslovenia. 
La crisis económica y política de la década de 1980 degeneró en guerras que acabaron dividiendo este estado de vuelta a las naciones originarias. En 1992, solo Serbia y Montenegro quedaban unidas en la República Federal de Yugoslavia. 
Drenado por el conflicto y la pérdida de mercado interno, el gobierno empezó a imprimir dinero para llenar sus arcas. El gasto público descontrolado, la ineficiencia, la corrupción y las sanciones de Naciones Unidas en 1992 y 1993 empeoraron el problema. 
A inicios de 1994, los precios subían un 313.000.000 por ciento al mes. La gente se apresuraba a gastar su dinero en cuanto recibían sus salarios; muchos en Serbia compraban sus suministros en la vecina Hungría. Desanimados por varios intentos de control de los precios, los agricultores paralizaron la producción. 
El comercio en el mercado negro de marcos alemanes y dólares estadounidenses despegó. 
Como forma de detener el descontento social y negociar el final de las sanciones de Naciones Unidas, el líder serbio Slobodan Milosevic, aceptó finalmente adoptar una nueva moneda, el nuevo dinar, sustentada en las reservas de oro y divisas fuertes.
Alemania 1923 
Tasa de inflación diaria de 21 por ciento 
Los precios se duplicaban cada 3 días, 17 horas 
Tras la primera Guerra Mundial (1914-18), Alemania se quedó con grandes deudas y costes de reparación. El gobierno empezó a imprimir moneda en la divisa nacional, el marco, para comprar monedas fuertes y pagar las deudas. 
A medida que se imprimían nuevos marcos, estos iban perdiendo valor. Pero lo peor de la crisis se produjo cuando Alemania no realizó los pagos que debía en 1923, lo que provocó la ocupación del valle del Ruhr, el corazón industrial alemán, por parte de las tropas francesas y belgas para exigir el pago en activos fuertes. Esto provocó huelgas y detuvo la producción. 
En octubre de 1923, la inflación se había disparado hasta el 29.500 por ciento mensual, con los precios duplicándose cada 3 o 4 días. Una rebanada de pan, que costaba 250 marcos en enero de ese año, subía hasta los 200.000 millones de marcos en noviembre. La gente recogía sus salarios en maletas. 
Historias anecdóticas sobre la crisis ilustran el drama: una persona dejó su maleta desatendida y cuando volvió se encontró con que le habían robado la maleta, pero no el dinero, mientras que un padre viajó a Berlín a comprar un par de zapatos y cuando llegó allí solo se podía permitir una taza de café y el billete de vuelta a casa en autobús. 
Más tarde ese año, el gobierno introdujo una nueva moneda, el marco seguro o rentenmark, sustentado con las tierras agrarias. Los precios se estabilizaron y posteriormente los acreedores de Alemania acordaron reestructurar los pagos de la guerra.
 Hungría, 1946 
Tasa de inflación diaria del 207 por ciento 
Los precios se duplicaban cada 15 horas 
En julio de 1946, la inflación en Hungría alcanzó un nivel impactante: 41.900.000.000.000.000 por ciento. Es el peor caso de hiperinflación que haya quedado registrado. 
Los precios se duplicaban cada 15 horas. El valor del dinero que los húngaros tenían en la cartera cada mañana quedaba reducido a la mitad por la noche, sin importar cuánto fuera. El billete más alto era de 100 trillones de pengős. 
La Segunda Guerra Mundial había borrado el 40 por ciento de la riqueza de Hungría; el 80 por ciento de su capital, Budapest, estaba destruida; las vías férreas y las carreteras habían sido bombardeadas y el gobierno tuvo que pagar una indemnización millonaria después del conflicto. 
El país realizó varios intentos de reanimar la divisa que llevaron a que los ciudadanos dejaran de referirse a los billetes según su valor y pasaran a diferenciarlos por su color. 
El 1 de agosto de 1946, el gobierno adoptó un programa de estabilización radical que incluyó una reforma tributaria drástica, la recuperación de las reservas de oro que habían sido trasladadas al extranjero y la introducción de una nueva moneda, el florín húngaro, respaldado por sus reservas de oro y divisas extranjeras. El florín se estrenó con un valor de 400.000 cuatrillones de pengős cada uno. 
Grecia 1944 
Tasa de inflación diaria del 18 por ciento 
Los precios se duplicaban cada 4 días con 6 horas 
La economía griega sufrió mucho durante la ocupación por parte de los países del Eje en la Segunda Guerra Mundial. Ya había sentido el impacto de varios ataques a finales de 1940, que se convirtieron en abrumadores en la primavera de 1941. 
Los ocupantes se llevaron materias primas, ganado y alimentos, y el gobierno títere fue obligado a asumir los costes de la ocupación. 
Una caída de la producción agrícola provocó una escasez severa de alimentos en las principales ciudades y un periodo conocido como la Gran Hambruna. 
Los decrecientes ingresos impositivos contribuyeron al aumento de la inflación, que alcanzó el pico del 13.800 por ciento al mes en noviembre de 1944. 
Aunque los aumentos de precios no eran tan intensos como en la Hungría o Alemania de postguerra, los esfuerzos de estabilización de Grecia duraron más. 
Tras la liberación del país, en octubre de 1944, el gobierno hizo tres intentos a lo largo de 18 meses antes de lograr cierta estabilidad a través de una reforma fiscal, préstamos y la introducción de una nueva moneda. 

Bibliografía: 

1. Cuáles fueron las 5 mayores hiperinflaciones de la historia y cómo se resolvieron. Consultado el 30 de agosto de 2018. Disponible en: www.msn.com/es-ve/noticias/mundo/cuáles-fueron-las-5-mayores-hiperinflaciones-de-la-historia-y-cómo-se-resolvieron/ar-BBMBVbc?li=AAgh0dF&ocid=mailsignout